Todos sabemos la historia: la mayoría de la gente creía que Valentina lo tenía todo para llegar a la meta final. Y lo tiene y lo ha hecho. Después de ser una de las mejores contendientes y la fan favourite en sus dos participaciones en Drag Race, Valentina le ha dado la vuelta al mundo en tours, hizo a Ángel en la versión televisada de RENT, ha salido dos veces en Vogue México -la única draga en hacerlo- y ha debutado un sencillo. Su viaje más reciente a México fue su regreso triunfal a la ciudad desde que estaba fresca y recién expulsada de season 9 y ahora es una estrella más grande que nunca.
Después de un fin de semana de shows con sus hermanas y excompetidoras, nos reunimos con Valentina un martes gracias a Esteban Calderón -el fotógrafo de este shoot y amigo de Val- para estas fotos -y entrevista- a las 11 am. Le tomó a Valentina un poco más de cinco horas estar meticulosamente lista -claramente no teníamos prisa- y cuando le puso el toque final al look -el glorioso pelo rubio en estas fotos- se me fue el aire y le escribí al chico con el que salía entonces que nunca había visto una criatura tan hermosa en mi vida. Lo digo muy en serio. Soy fan de Drag Race pero nunca fui #TeamValentina -de hecho aposté con mis amigos sobre sus dos eliminaciones, pero viéndola en persona, toda hecha de pies (envueltos en Giuseppe Zanotti) a cabeza, me pareció entender algo que nunca reconocí de ella en la tele: su absoluta dedicación y devoción a su trabajo -y, cuando nos sentamos para la entrevista después de hacer las fotos y comer pizza, mi respeto se profundizó por sus exquisitas y oscuras referencias y el sentido del deber que tiene para con su fan base.
Fotografía: Esteban Calderón. Texto: Alejandro Peregrina. Makeup Daniel Alvarado y Chichi Fuera. Pelo Alejandro Iñiguez.
En drag: ropa y accesorios de Valentina.
Primero hablamos sobre su herencia mexicana y el poder que eso le da a su trabajo.
“Es realmente un reto sentirme completamente conectada a mis raíces mexicanas tomando en cuenta que nací en Estados Unidos y me siento constantemente dividida entre sentirme completamente americana en estos tiempos por el estado en el que se encuentra mi país, que es muy triste, aunque sea un hermoso lugar para ir y ser libre, pero sobre ser mexicana me siento muy orgullosa del tipo de calidez y la energía tipo “mi casa es tu casa”… creo que es el inmenso nivel de sensibilidad de mi parte mexicana”.
Le digo a Valentina que recuerdo haber visto una presentación de ella en un bar, antes de season 9, lipsynqueando Así Fue de Isabel Pantoja (la obra maestra de Juan Gabriel) y que generalmente, en la vida, encuentro ese tipo de display de emociones a la época de oro de la ranchera un poco pasada y al mismo tiempo tan imbuido en nuestra mexicanísima forma de experimentar el amor y la pérdida y el arrepentimiento que sigue siendo algo poderoso y convincente -además de que nunca he visto a una draga en México hacer algo de ese tipo de la manera tan bella como lo hizo Valentina y encima de todo prefiero que eso sea lo que representa la mexicanidad en una escala global que la imagen de un bad hombre.
“Nunca he visto esto como una responsabilidad de representar mi herencia mexicana, es la manera en la que vivo y me corre por las venas. Tengo esa sensibilidad, soy así de dramática… puedo encontrar la belleza en eso y la profundidad que tiene. Sé que en los ojos de mucha gente puede verse muy cursi o indulgente o sobredramático y cómico, pero al mismo tiempo yo veo la vulnerabilidad en eso. Es desgarrador, de hecho puede cambiar vidas. Cuando hago esos números no quiero que se vean como una broma, quiero que sean tan hermosos y que muevan a la gente como cuando yo vi esas imágenes creciendo. Hay una magia sobre las telenovelas con una mujer corriéndole una lágrima en la cara mientras violines suenan en el fondo. Es hermoso. Lo amo. Lo fuckings amo.
Izquierda: overol The Pack, botines Saint Laurent Paris. Abajo, izquierda: chamarra Paloma Lira Studio, botas Balenciaga, pantalones Givenchy de Valentina.
Lo que es más interesante de esto es que si Valentina fuera un millennial nacido y criado en México, probablemente rechazaría muchos de esos estereotipos -ok, todos amamos a Juan Gabriel, obviamente, es nuestro dios-, pero Valentina va más profundamente dentro de la cultura pop que México le ha presentado al mundo en los últimos 70 años.
“Bueno, va hasta Dolores del Río, a Frida Kahlo, María Félix y las historias que sé de mis abuelos creciendo en México y sus ideas de amor y romance y la vida diaria y el trabajo y etcéteras, pero es eso es diferente a lo que yo sé ahora, así que separo todas esas cosas y cuando las referencío y cuando hablo de ellas viene con un sentimiento muy adherido de lo que sé y amo. Además tengo un corazón viejo…”
¿Y la contraparte Americana?
“Bueno, eso es yo viviendo de una manera muy moderna y progresista y sin remordimientos, además que crecí en Los Ángeles -la ciudad del entretenimiento y viviendo mi sueño americano gracias a mis padres”.
En su primera participación en Drag Race, Valentina dijo que estaba ahí para enseñarle al mundo la estrella que ya era y en este punto de su carrera, le pregunto si ve eso como algo profético o como un caso de ‘cuidado con lo deseas’.
“No lo veo como un caso de ‘cuidado con lo que deseas’… Definitivamente es algo de lo que me tengo que hacer responsable cada día, pero nunca supe qué tan difícil iba a ser, así que aprendo en la marcha. Soy joven y es algo muy difícil el tener los pies en la tierra cuando te hablan con admiración o eres altamente apreciado -hace todo más difícil, pero la cosa es saber que siempre quise esto y aprender de todo. Parte de ser una estrella es nunca decirlo, pero siempre saberlo y saber que tienes un regalo, que es tener la oportunidad de compartir la luz que tienes dentro de ti y que sería egoísta no compartir y dar pequeñas partes de eso a la gente que te encuentras en el camino”.
Bien, sería correcto decir que uno nunca sabe lo duro que es vivir, pero no hay nada que reemplace el trabajo ni lo que el trabajo te da de regreso y las arañas, pero al final del día, sigue siendo muy, muy duro -especialmente en la circunstancia de una estrella en una escala global donde todos los que te ven y te siguen están esperando que lo hagas bien todo el tiempo.
“La parte más difícil de esta carrera ha sido darme cuenta que para trabajar por tu sueño a veces tienes que dejar atrás mucho de lo que amas”. Qué pensamiento tan aterrador, le digo. “Uhmm, mi más grande miedo en la vida realmente es que la gente que realmente me importa y que de verdad cree en mí -como mis amigos más cercanos, dejen de creer en mí. Eso es lo que más me da miedo”.
Derecha: chamarra y pantalón The Pack, camisa estampada Paloma Lira Studio, botines Saint Laurent Paris. Abajo, derecha: chamarra y jeans Desigual, botines Saint Laurent Paris.
-¿Has experimentado eso ya?
“Yeah. Me he perdido de relaciones cercanas como amigos y familia por mi agenda y mi carrera y porque le doy prioridad a eso sabiendo que tengo que de verdad tengo que meterme profundamente en lo que hago, ¿sabes? Es muy difícil para mucha gente entender el proceso por el que estoy pasando como alguien que es aún nuevo a este tipo de trabajo y carga de trabajo y éxito -y agradezco completamente todo esto y agradezco completamente a esa gente y espero que sepan que después de mi trabajo y todo esto, podría regresar a ellos sin preocuparme por eso”.
Después de divergir por unos minutos, empezamos a llevar la conversación hacia la moda y su absoluta importancia para, pues, nosotros. Probablemente el mejor look de Valentina en Drag Race jamás fue su look de ‘curves and swerves’ referenciando la construcción interna de una pieza de couture y adyacentemente referenciando el trabajo del diseñador más importante jamás -John Galliano- al mismo tiempo.
Le pregunto qué onda con eso -¿quién referencia algo tan oscurecido y tan relegado de la moda que a la vez tiene tanto que ver con las bases para construir un cuerpo drag?
“A ver, a ver, cuando hablamos de la pasarela de ese challenge, se llamaba ‘padded for the gods, curves and swerves’. Trabajé muy de cerca con un amigo diseñador con quien comparto un amor, un absoluto amor por John Galliano para Dior y cada vez que tengo dudas para algún outfit siempre podemos contar con referenciar o a Gilda -siempre decimos ‘¿qué haría Gilda?’-, Amanda Lear o Galliano. Todo. El. Tiempo. Creo que Galliano entiende la moda de la misma manera que la gente no lo entiende a él. Como sea, estábamos pensando en la idea para ese look y, antes que nada, él tiene un maniquí hecho para mi cuerpo que tiene rellenos porque es un maniquí de mujer que tiene construcciones en los hombros y el pecho para mi silueta masculina y luego tiene construído también un corset para mi cintura de chica y encima los rellenos de las caderas y en butt y abierto en la entrepierna. Siempre tiene capas de telas y alfileres y los rellenos, así que siempre está ahí de esa manera cuando mi amigo drapea y trabaja y está con él todo el tiempo, así que todo esto es otro aspecto del look. Luego, amo mucho esa colección de Dior. Creo que la he referenciado antes y supe que ese look del show se conectaba con el maniquí y la construcción de un vestido y con una especie de look de “work in progress” y entonces pensamos en hacer un vestido que conjuntara todo eso sin tener que agregar el relleno debajo ni queríamos referenciar completamente la colección de Dior, así que aquí está el secreto de todo lo que trabajamos -pero es secreto de verdad, ¿ok? Construímos ese look para mí para usarse sin ningún pad ni las copas de las boobs ni las capas de tela ni el corset ni los Spanx, así que todo está construido desde el vestido para que yo me meta en él y me lo ponga con un solo cierre”. Meta.
“Encuentro el trabajo de Galliano muy emocional y eso es lo que al final del día quiero representar. Y déjame dejarte algo muy en claro: mi punto no era verme bien ni bonita, era sobre mí mostrándoles que yo soy el ‘work in progress’”. Más meta aún, pues.
Después de hablar sobre diseñadores mexicanos y gente que debería estar haciéndole ropa para usar en el escenario, Valentina y yo decidimos concluir la entrevista, intercambiar números y decirle adiós al crew. Ya son más de las 10 pm y llevamos 11 horas en este estudio, pero antes de irnos, Valentina me hace a mí dos preguntas:
– ¿Te gustó la entrevista?
– Me encantó.
– ¿Y el shoot?
– Me encantó, gracias por la idea de las botas y el sombrero para la portada.
– Yeah, te apuesto que voy a estar firmando muchas de esas, así que impriman un montón.