Después de cuatro meses, volví a hospedarme en un hotel. Antes de la crisis sanitaria, era una de mis actividades más recurrentes, que ni pensaba. Pero en la nueva normalidad todo se tiene que pensar y hacer más consciente.

Justo hacer las cosas conscientes es parte de la misión de Amomoxtli, un hotel y spa al pie del Tepozteco en Morelos. Siempre se ha caracterizado por ser un lugar de descanso y relajación, y ahora reabrió con protocolos de seguridad y sanitización reforzados. Estas son las razones por las que me pareció el escape de fin de semana ideal:

1. Por su cercanía con la Ciudad de México. La mayoría de los planes involucran manejar muchas horas para llegar a la playa, o subirse a un avión (y quién sabe cuándo esté listo para tomar esa decisión de nuevo). Para llegar al Amomoxtli fue un trayecto en carretera de hora y media, más cerca que Cuernavaca. A diferencia de otros viajes, eso hace que quieras regresar cada fin de semana.

2. Por las medidas de sanitización que tienen. Desde la entrada en coche a Tepoztlán, el gobierno tiene un retén donde te toman la temperatura y sanitizan el coche. Solamente dejan pasar a las personas que tengan reservación en un hotel (y no a turistas de día), lo cual hace que haya habido muy pocos contagios de COVID en el pueblo. Una vez llegando al hotel, todo el staff tiene caretas, guantes y cubrebocas; los cuartos y camastros se desinfectan cada vez que cambian de huésped, y la ocupación está muy reducida, para evitar que haya mucha gente. (Aún así, es un poco complicado conseguir cuarto, porque mucha gente está escapándose, así que si planean ir, reserven con el más tiempo posible).

3. Por los servicios y atención en el hotel. Una vez que llegas a Amomoxtli, puedes no salir del hotel hasta el checkout. Cuenta con el restaurante Mesa de Origen (en el cual comí tres veces al día por tres días, y no me aburrí), donde el orgullo es el menú de autor: una comida de ocho tiempos donde cada platillo está inspirado en un mexicano creativo. Además de la comida, el servicio en todas las áreas del hotel es excepcional.

4. Por el spa y la relajación. El Amomoxtli se caracteriza por ser un hotel para descansar y reconectar consigo mismo. Hay clases constantes de yoga y meditación, caminatas, y los cuartos no tienen TV. El ambiente en la alberca y áreas comunes es generalmente de tranquilidad (¡no hay música en la alberca! No soy viejito, pero creo que la gente no aprecia lo suficiente el silencio). Además, tienen un spa y temazcal por si el silencio y la meditación no son suficientes para desestresarte.

Pueden hacer sus reservaciones en amomoxtli.com para tener un fin de semana ideal como el mío.

Amomoxtli – Calle Netzahualcóyotl 115, Valle de Atongo, 62520 Tepoztlán, Mor. Tel 739 395 0012. Fotos: Cortesía.

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