La excepcional casa artesanal italiana Fendi, en su misión por innovar con una armoniosa conexión humana, ha decidido inaugurar su nuevo taller. Un espacio dedicado a explorar y dedicarlo a los artesanos del futuro, en un ambiente inherente en las verdosas apacibles colinas de Capannuccia, Tuscania. Asimismo, descubrir una serie de accesorios diseñados en colaboración con el arquitecto japonés Kengo Kuma.
“Siempre he pensado en Kengo Kuma como un maestro de la arquitectura naturalista” — declara Silvia Venturini en el comunicado. Su pasión y consistencia por crear vínculos artísticos que eleven una cooperación, la ha llevado a expandir sus horizontes culturales provocando en ella, una curiosidad eterna, que ejerza un cambio humanista, sobretodo entender remotos panoramas. “Es importante que los proyectos artísticos de Fendi sigan creciendo fuera de Italia, ya que reconocemos que la creatividad a escala nunca es obra de una sola persona: es una cooperación entre manos y mentes, y diferentes talentos y recursos de todo el mundo”.
El naturalista Kuma comparte aquellos sentimientos en sus rigurosos principios de diseño, acercando su experimental perspectiva en una alianza con Fendi para desarrollar tales valores que involucran dedicación e apreciativa investigación hacia el antiguo Japón. “La naturaleza y la artesanía siempre han estado en el centro de mi trabajo como arquitecto y diseñador. Cuando Fendi me pidió que reflexionara sobre sus bolsos y zapatos, pensé en ellos como pequeños proyectos arquitectónicos a escala humana” – señala el arquitecto.
Las bolsas Baguette Soft Trunk, Peekaboo y los sneakers Flow, fueron transformados y sacudidas en crudos materiales, mismos que atravesaron técnicas milenarias como el estilo waranshi. Este hibrido proceso que evoca el arte de la fabricación del papel a mano, utiliza algodón y fibras de corteza de árbol – otorgando una resistente textura moteada e imperfecta.
Siguiendo, encontramos una segunda técnica en el proceso: yatara ami. Un plisado irregular que usa hebras de bambú fino para crear un robusto tejido de lattice. La tradición japonesa se combina con la capa interna de los bolsos y sneakers, procreando una suela tejida 3D de algodón poli reciclado. Entre las sorpresas, tenemos un segundo diseño Peekaboo, construido a partir de finas madejas de corteza de pálido abedul.
La filosofía de ambos arquitectos textiles se ha magnificado plácidamente en responder a sus ornamentales exigencias y pasiones en un rediseñado proceso que otorga éxitos comerciales e intercambios culturales que fusionan el tiempo en autenticas expresiones materiales.
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