En estas épocas de fiestas y festejos de fin de año a veces olvidamos a todas esas personas que han logrado que tengamos esa ropa que traemos puesta hoy o la que iremos a comprar para regalar a nuestros familiares y amigos. Y aunque existen muchos problemas en el mundo hoy en día, al ser un medio de comunicación de moda creemos que nuestra principal prioridad es ver por todas estas personas que pasan horas, días y meses trabajando por darnos nuestras prendas de uso diario. A veces no valoramos el arduo trabajo que existe en las fábricas textileras del mundo y la poca ética que muchas de estas pueden tener. Es muy fácil llegar a tu tienda favorita y encontrar esa camisa de rayas que tanto te ha gustado en el aparador o en rebaja, pero el proceso que hay detrás de la elaboración de esta puede ser tan horrible que ni siquiera saldrá a la luz.
Seguramente has escuchado del movimiento ‘Who made my clothes?‘ (¿Quién hizo mi ropa?) y si no, invierte 5 minutos de tu día a este artículo, que además de darte información muy importante sobre la elaboración de tus prendas de diario, de igual forma logrará que seas más consiente al comprar. En esta época de agradecimiento, no se te olviden todas las personas que mientras estás cenando el 24 de Diciembre o en tu fiesta de año nuevo, están trabajando para lograr sobrevivir (y para que veamos prendas en los aparadores los próximos días)
El 24 de abril de 2013, el edificio Rana Plaza en Bangladesh se derrumbó. 1,138 personas murieron y otras 2,500 resultaron heridas, lo que lo convierte en el cuarto desastre industrial más grande de la historia. Aquí es cuando Fashion Revolution se funda.
Pero desgraciadamente la historia está lejos de terminar. Fashion Revolution tiene como objetivo escuchar a cada trabajador de la confección que hace la ropa que amamos sea visto, escuchado, pagado adecuadamente y trabaje en buenas condiciones y seguras. Aunque es casi imposible, el cambio puede empezar por uno mismo. A veces no nos damos cuenta de las condiciones tan malas e inseguras que se tienen en las fábricas y el poco trato humano que se da.
Desde que este movimiento comienza, personas de todo el mundo han usado su voz y poder para decirle a las marcas las cosas que deben cambiar. Y lo mejor de todo: está funcionando. La industria realmente está comenzando a cambiar. Se están haciendo investigaciones sobre dónde y cómo se producen las prendas y muchos productores están haciendo sus fábricas más seguras.
Poco a poco, marcas como H&M y adidas se han unido a este movimiento, abriendo al público la forma en que crean y producen la ropa que usamos a diario. Esta campaña se ha esparcido por todo el mundo y ha llegado a México. Marcas como Colors for Good se han unido a Fashion Revolution, apoyando a mujeres productoras en Yucatán.
Ahora bien, si ves que tu firma favorita publica fotografías diciendo: ‘I made your clothes’, puedes asegurarte que tus elecciones en cuanto a compras son excelentes. Y si no sabías nada de esto y te interesa informarte más, investiga en las páginas de tus tiendas favoritas, puede ser que ya sean parte de este movimiento y si no, analiza su forma de crear ropa.
Todo cambio empieza por uno mismo, así que siempre pregúntate: ¿Quién hizo mi ropa?.

Fashionrevolution.org
FASHION REVOLUTION
COLOS FOR GOOD