El tema de las uñas esmaltadas ha sido un tema frágil en el mundo masculino. Nos inquietó muchos años: antes se hablaba muy poco de esto -o no se hablaba- eran ciertos grupos, estrellas de rock o subculturas quienes tenían el “consentimiento” de hacerlo siempre y cuando el tema no se normalizara lo suficiente o no rozara demasiado con la corriente principal masculina. Quienes no cumplían con esta “regla” establecida eran fuertemente criticados incluso bulleados por las connotaciones homosexuales y femeninas que implicaban que un hombre se atreviera a pintar de color sus uñas. En 2020 esto no ha cambiado del todo, pero es una realidad que cada vez más hombres -por lo menos las generaciones más recientes- dan la espalda a discursos o estigmas viejos y gastados sobre la “verdadera masculinidad” o lo que esta supone ser.
En una nota anterior hablábamos de la apertura y de la valentía que han tenido algunas de las celebridades del momento con este tema en cuestión. Estamos convencidos que personalidades como Bad Bunny, Harry Styles o A$ap Rocky han atinado en mostrarse ante los demás con libertad de expresión y despojados de miedos o complejos aún cuando se está expuesto a críticas y a grandes multitudes. Es con abundante seguridad con la que estos hombres desafían los estándares establecidos por la sociedad y con ello crean y solidifican tendencias de moda y belleza que impactan y persuaden a más de uno. Cada vez que estos se presentan en eventos importantes, hacen declaraciones y rompen barreras de género a través de su estilo y vestimenta. Y es en uno de estos momentos en donde se conciben las uñas esmaltadas, casi como una manifestación rebelde, invitándonos a formar parte y celebrando esa determinación de la masculinidad positiva.
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Muchos se han unido a esta tendencia con la misma convicción de sus exponentes y otros muy seguramente están en camino de hacerlo pronto. Si perteneces a los segundos, es importante que comiences a experimentar quizá con tonos más oscuros o neutros antes de dar un gran paso a colores más estridentes y llamativos. Por otra parte los hombres más atrevidos pueden ir pensando en perfeccionar cada vez más el acabado e incluir técnicas de esmaltado mucho más limpias y duraderas como el gelish que es bastante versátil y permite dar a las uñas efectos brillantes y mate.
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Lo mejor es comenzar y practicar, con la constancia esa sensación invasiva de juicio desaparecerá y, en el mejor de los escenarios, muchos hombres habrán rebasado esto. Pronto estaremos hablando de cosas nuevas que permitan disociar la masculinidad de lo que es femenino y entender que de todos modos la feminidad no tiene por qué ser vergonzosa o cuestionada.
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