En estos tiempos tan extremos y complicados, nos hemos topado con una infinidad de parejas, con historias comunes y no tan comunes. Recuerdo una vez que una mujer me contó que era muy feliz porque su esposo se había mudado a una ciudad a 5 horas de distancia de donde vivían y que ya no se tenían que ver. En otra ocasión, una mujer me comento que vivía con su esposo en el mismo edificio pero en pisos separados. Yo le pregunté si a veces se veían, a lo que me dijo que una vez por semana si acaso. Viajaba sola, enfiestaba sola y actuaba con sus hijos por separado. Así conocí a muchas parejas de edad avanzada con historias extrañas y similares. Nunca entendí porque seguían casados.

Para que una pareja joven permanezca unida debe desarrollar hábitos que los mantenga así. Sin embargo, una vez conocí a una pareja que después de 56 años de casados seguía igual de enamorada. Entender que hicieron distinto y como lograron esa felicidad fue el resultado de varios puntos que te voy a compartir. 

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Foto: Rikki Matsumoto

Siempre pensaron en las necesidades del otro

Si hacía frío y la esposa olvidaba una chamarra, él le daba la suya sin pensarlo dos veces. Si a él le costaba trabajo caminar, ella lo ayudaba hasta llegar a donde podía sentarse a descansar. Cuando se reunían con otra gente en comidas o eventos siempre se aseguraban de tomar la comida favorita del otro y se compartían la mejor parte mutuamente. Nunca fueron egoístas ni se pusieron antes que el otro. 

 

Se dieron la mejor versión de sí mismos

Mucha gente piensa que una vez casado ya puedes relajarte y dejar de echarle ganas. Esta pareja nunca dejó de lado las reglas básicas de educación: “gracias” y “por favor” nunca se quedaron en el olvido y jamás se gritaron o faltaron el respeto. No olvidaron ocasiones especiales y se alistaban para ellas. Se halagaban sinceramente tratándose como si fueran el objeto más preciado que poseían. Nunca bajaron la guardia aun casados, ni aun 56 años después. No dejaron de tratar. 

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Foto: Rikki Matsumoto

Hacían todo juntos 

A donde él fuera ella estaba a su lado. Lo mismo ella. Si iban a alguna reunión sabían que se encontrarían ahí. Hacían el jardín en equipo, cocinaban juntos, uno lavaba otro cortaba, o simplemente se acompañaban mientras uno de los dos tenía una actividad. Se incluían mutuamente. Amaban genuinamente su compañía.

No dejaron de mostrarse afecto públicamente 

No me refiero a exhibiciones extremas o sexuales, simplemente pequeños gestos que muchas veces perdemos con el tiempo. Caminaban siempre de la mano. Si alguien les hablaba, el esposo abrazaba a su esposa o ponía su mano en la pierna de ella. Se sonreían y abrazaban cuando era posible.

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Foto: Rikki Matsumoto

Tomar en cuenta los consejos de una pareja sabia y vieja puede tener un gran impacto en una pareja joven que apenas comienza el trayecto. Son cosas que a veces damos por sentadas o dejamos de hacer casi todos. Pero en un mundo tan complicado, tu pareja puede ser lo que más necesitas a tu lado. Es quien quieres que esté en momentos difíciles y con quien quieres disfrutar los buenos tiempos. Para ello no basta con enamorarse una vez, sino lograr seguir enamorado a través de los años.

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