Uno de los shows más medianticas de la Semana de la moda de Nueva York corrió a cargo de LUAR, la marca del diseñador Raúl López en su primera colaboración con Moose Knuckles, además de la presencia de la familia Knowles en front row. Su colección fue un viaje a la fluidez de la metrosexualidad.
Además de la sorpresiva aparición de Beyoncé en el show, Tina y Solange Knowles también estuvieron en la primera fila. Las razones de la presencia de Queen B pueden ser su gran admiración por la marca del diseñador neoyorquino con ascendencia dominicana, y otra porque el hijo de Solange, Julez Smith Jr., desfiló para el show, marcando su debut en la pasarela.
Julez Smith Jr, vistiendo uno de los looks de la colección.
Con todo este foco mediático, a LUAR se colocó entre los highlights de la jornada, pero hablemos de la colección, su primera colaboración con Moose Knuckles, trabajo que implicó explorar referencias antiguas, adoptar las siluetas irreverentes y únicas de LUAR, como también explorar el vasto archivo de materiales, técnicas y experiencia de Moose Knuckles.
El resultado del trabajo entre Carlos Nazario (Director artístico global de Moose Knuckles) y Raúl López (LUAR) fue “Deceptionista”, una colección que se inspira en la metrosexualidad, la fluidez y la elegancia contemporánea.
“López nos recuerda que la fluidez está plagada de matices, muchos de los cuales se apoyan en una sensación de duplicidad”, dijo la marca. “Para López, la metrosexualidad no es sólo una etiqueta o una apariencia: era una trampilla hacia la aceptación, una forma de ocultar su sexualidad mientras crecía. Asumiendo el papel de “Decepcionista”, supo engañar, ensombrecer y, en última instancia, trascender”.
A través de piezas con hombros de gran tamaño, a medida, prendas de abrigo ampliamente afelpadas, junto con detalles de diseño deformados y gráficos, constituyeron una colección compacta bajo una visión precisa de la estética que ha definido el trabajo de Raúl. El negro, el rojo intenso, gris, así como café y blanco, fueron el mix de tonos elegidos para dar este toque rebelde, disruptivo con elegancia contemporánea.
El glamour que por generaciones se buscaba en la ropa ha quedado obsoleto, ahora con diseñadores como López, que han construido un lenguaje estético disruptivo destacado aspectos estéticos de la subcultura, queda claro que ahora la revolución de estilo viene de las calles, suburbios y otras culturas lejos de una hegemónica.
El hecho de juntar la masculinidad y feminidad es un movimiento en boga que en el mundo occidental de la moda no ha tratado de ceder, y no lo dejará de hacer, pues existen muchas posibilidades estéticas por descubrir.
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