En el edificio Virreyes de estilo neocolonial, en la ciudad de México, coexisten espacios eclécticos que fusionan el misticismo de uno de los hoteles con mayor tradición de la ciudad con elementos modernos. Cada espacio tiene su propia dosis artística, incluso los pasillos, en los cuales se encuentran pinturas que salen de los cuadros, agregando un poco de misterio.
Pero es el espíritu de Selina Virreyes es lo que lo hace realmente especial. Pensado para los glocals y nativos digitales, hace de la interacción entre sus usuarios su característica más destacada. Esto se hace evidente ya que cada uno de sus espacios invitan a la convivencia; cuenta con biblioteca, área de juegos, bares, restaurantes e incluso su propia sala de cine. En cuanto a las opciones de alojamiento, existen múltiples alternativas: hay habitaciones que pueden ser compartidas por hasta 10 personas, lo cual es ideal para viajeros que buscan hospedaje de gran calidad a un buen precio (desde los 7 hasta los 70 dólares por noche). Por supuesto, también hay la opción de habitaciones privadas y suites de lujo, eso sí, todas se destacan por su pintoresca decoración.
Otra de las características notables de Selina es como promueven el co-working, una tendencia de trabajo que va en ascenso. En este nuevo concepto hotelero los espacios son armoniosos, diseñados para los creativos que están en la ciudad por trabajo o simplemente porque buscan un espacio diferente para llevar a cabo sus actividades. Las opciones son diversas, se puede rentar desde escritorios, oficinas privadas, estaciones de trabajo, hasta sala de juntas, todas con Wi-fi de alta velocidad. Sus planes de renta se pueden adecuar a todos, ya que van desde una hora, hasta rentas mensuales.
Selina es el lugar que los ciudadanos del mundo no sabían que necesitaban, pero que agradecen. Ha llegado para facilitar la vida de aquellos que buscan una estancia fuera de serie pero sobretodo, una manera de convivir inigualable.