La Ciudad de México se llena de música este fin de semana

La música sin duda, es medicina para el alma y después de la pandemia, los conciertos se han ido multiplicando exponencialmente en todo el mundo, incluyendo nuestro país y nuestra querida capital. Así, este fin de semana no fue la excepción, pues fuimos testigos de conciertos inolvidables que hicieron vibrar varios de los foros más emblemáticos de la ciudad.

Titulando a su concierto 50.000 mexicanos en la México, Alejandro Fernandez hizo historia durante su presentación este sábado en la Monumental Plaza de Toros frente a más de 50 mil personas, la cual duró casi tres horas. Con este espectáculo, el cantante mexicano quiso hacer un homenaje a su padre, Vicente Fernandez, que en 1984, en este mismo escenario, reunió a 35 mil personas. Por este motivo, fue que “El Potrillo” quiso seguir sus pasos y engalanar uno de los recintos con mucha historia dentro de la música mexicana y que sin duda, consiguió con un resultado más que favorable. Durante el concierto todos los asistentes corearon cada una de sus canciones, desde las más icónicas hasta su más reciente material, haciendo de esta una noche un parteaguas en su carrera.

También como un homenaje, Alejandro Fernandez portó un traje de charro igual al que Vicente llevó el día que se presentó en la monumental y enfundado en él, cerró este espectacular concierto con un recinto abarrotado con un escenario en forma de cruz; un diseño que permitió que cada uno de los asistentes pudiera tener una mejor experiencia y cercanía con el cantante, quien durante el concierto se enteró e hizo público que se convertirá en abuelo otra vez.

Dentro de la actuación de “El Potrillo”, fuimos testigos de lo mucho que enriquecieron los arreglos de guitarra y trompeta añadidos a las canciones, mismas que fueron recibidas positivamente por el público. El cierre del concierto fue ideal, pensado como un homenaje a la trayectoria del “Charro de Huentitán”, pues Alejandro dedicó varios minutos a las canciones más icónicas de su padre y de la misma forma que un día Vicente lo invitó a compartir el escenario, este contó con la participación de Alex Fernández para cantar a dueto padre e hijo. Además, es necesario reconocer el increíble trabajo que Star + hizo con la transmisión en vivo de este espectáculo, sin duda, todos sus esfuerzos se vieron reflejados en el trabajo de cámaras y drones, que si acaso te perdiste, aún puedes disfrutarlo en la plataforma.

Otro de los conciertos que llenó de gran energía a la Ciudad de México fue el de Rauw Alejandro, quien con un Foro Sol lleno de energía, llegó a México con su gira mundial Saturno. Y a pesar de que las fuertes lluvias retrasaron el espectáculo, alrededor de 40 minutos, Rauw Alejandro se presentó por primera vez en este gran recinto de la ciudad, logrando un Sold out con más de 65 mil personas.

El artìsta interpretó sus más grandes éxitos por más de dos horas frente a los miles de fanáticos que asistieron al concierto, en el cual estuvo acompañado de los mundialmente reconocidos bailarines Jabbawockeez, un popular grupo de baile estadounidense dedicado principalmente a los ritmos del hip hop, quienes fueron los encargados de liberar a la Tierra de la invasión alienígena junto a Rauw, quien cantó sus temas más populares la noche del sábado, incluyendo Toda, una colaboración con el cantante Lyanno, quién también compartió su primera vez en pisar este escenario con el puertoriqueño.

Por si no fuera poco, otro de los lugares significativos de la ciudad también fue la sede de una de las presentaciones más esperadas por los capitalinos, este fue el Monumento a la Revolución, que recibió a Grupo Intocable, quien deleitó e invitó a más de 35 mil personas, de forma gratuita, a corear los éxitos de sus más de 28 años de carrera como parte de las celebraciones por el 150 aniversario del modelo 501 de Levi’s.

Es así, como este fin de semana, por lo menos, en la capital del país, se llenó de mucha energía y mucha música, que independientemente del sonido o del género, hizo vibrar y sentir a cada uno de los que asistieron a ver a sus artistas favoritos, porque, a manera de reflexión, luego de largos periodos de confinamiento, para muchas personas ya era necesario salir a conectar con la música que los mueve.