La colección primavera-verano 2023 de Louis Vuitton fue la primera en no tener directamente la supervisión física del Virgil Alboh tras su lamentable muerte apenas el año pasado, pero contó con toda su inspiración y elementos que le rindieron homenaje a él, a su cultura y su creatividad.

La colección fue concebida y creada por Louis Vuitton Studio Prêt-à-Porter Homme: un ecosistema de creatividad en constante evolución de mentes, que dieron la bienvenida a Virgil Abloh a la Maison en 2018 y ampliado durante sus ocho temporadas de dirección artística. En el núcleo atemporal del estudio Louis Vuitton, se tiene la creencia de que la imaginación – creación, artesanía y espectáculo: puede mover y unir a sus espectadores en todo el mundo.

En esta colección masculina primavera-verano 2023, se centra un proceso catártico: una propuesta creada en el espíritu de todas las mentes humanas que dan forma a la marca.

El show fue todo un conjunto de elementos que hicieron de la pasarela toda una experiencia. En primer lugar por el escenario; en una especie de juego infantil, viendo a los juguetes como herramientas para la imaginación. En el Carré du Louvre, el Louis Vuitton Studio Prêt-à-Porter Homme imagina un patio de recreo magnificado. Aquí, un gigante infantil, la pista de carreras de juguete se convierte en un camino de ladrillos amarillos para la imaginación.

Un camino evolutivo para la mente, donde las fantasías infantiles ven a la vida. Es una transición de lo ingenuo a lo refinado reflejado en una colección que eleva los símbolos de la infancia a través del saber hacer de la Maison.

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Dentro de los looks de la colección, la iconografía propia del patio de recreo toma vida adornando las prendas y accesorios: aviones de papel de origami, bloques de construcción abalorios, texturas y tonos de plastilina, estampados de dibujos animados y adornos de herramientas de sandbox.

Dentro de las mismas piezas, también se evoca a la sensibilidad en construcción, inherente a los juguetes que se encuentran en un patio de recreo y al proceso de crecimiento. Al mismo tiempo, las prendas tienen influencias del romanticismo francés, parte esencial de la genética de Louis Vuitton.

Los Campos de flores son parte de la imagen eterna de la armonía en la diversidad – vestiduras de cuadros impresionistas, transformados en tapices y grabados, mientras que las representaciones de cardos aparecen en múltiples tejidos, estampados y bordados. Un símbolo de resiliencia y curación.

Los motivos florales también hacen un guiño a la decoración de los antepasados ​​de Louis Vuitton casa en Asnières, donde los cardos, a menudo aparecen en ramos. Asimismo, las delicadas pinturas florales encontradas en los techos de la misma residencia, hacen eco de las cornisas que definen los interiores palaciegos de la arquitectura parisina. Una manifestación de esa infancia.

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Como homenaje a París, un fotomontaje collage de elementos de la ciudad y la Maison – el Pont Neuf, el Motivo Damier, las cornisas de los interiores –  recorre en recopilación.

 

 

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