La Generación Z es un sector que está dejando huella a su paso por la sociedad, porque a diferencia de otras, su ideología, valores y forma de vivir, tiene un propósito diferente en constante cambio. Esto ha permitido que sean blanco, principalmente mercadológico, un nicho novedoso del que todos quieren conocer y comprender.
Así, preceptos que otras generaciones daban por sentados, ahora son reconstruidos, puestos en duda y replantedos. Por ejemplo, el lujo y la riqueza son dos conceptos que los gen Z aprecian de una manera distinta, esto se comprueba a partir de investigaciones como la que Trends Lab ha hecho.
New Luxury
En dicha búsqueda realizada en jóvenes pertenecientes a la Generación Z (nacidos a finales de los 90 y principios del 2000) se indica que sus integrantes ubican al lujo como aquella priorización del “disfrutar” frente al “tener”. En este sentido, el lujo ya no radica en los artículos de marcas y experiencias novedosas con exclusiva accesibilidad, sino que ahora, es establecido a partir de la atención al detalle, la originalidad, la exclusividad y sobre todo la calidad. Así, Trends Lab ubica a este fenómeno como “New Luxury”.
Acorde con esto, la Generación Z busca destacar por la originalidad de lo que compran, su funcionalidad y en mayor medida la comodidad. Retoman además una cita de Karl Lagerfeld que dice: “El lujo está en la facilidad de una camiseta con un vestido muy caro, unir lo nuevo con lo vintage y crear colecciones limitadas para incrementar su exclusividad”.
Los medios de comunicación
Lo que vuelve diferente o especial a esta generación, es que los medios digitales forjaron en ellos una nueva manera de establecer relaciones sociales y alimentar su ya natural dosis de creatividad. Asimismo, ven y se relacionan en el entorno global inmediatamente, son emprendedores natos con anhelos de una empresa propia; buscan tener trabajos con horarios flexibles para tener tiempo y dedicarlo a otras actividades.
Este sentido de libertad o de constante transición queda plasmado en otra característica base de esta generación y es que de acuerdo con Trend Lab, ellos no poseen un gran sentimiento de pertenencia a un lugar o país (además de marcas), lo que no significa que renieguen de sus raíces.
Además, gracias a la enorme cantidad de información a la que se encuentran expuestos, la Generación Z es un sector que puede ver e indagar en el pasado y crear proyecciones a futuro, tomando en cuenta los fallos que ha tenido la sociedad a través de su historia.
Dinámicas
Esta generación no es ajena al consumismo, de hecho es la que más lo practica, por lo que se ha vuelto el target ideal de la industria del lujo. Así, los jóvenes compradores requieren expectativas novedosas por parte las marcas reconocidas, especialmente en términos de nuevas tecnologías y sostenibilidad. Esto gracias a que viven en un mundo digital constante, llevando a todo tipo de marcas a tomar presencia en plataformas como las redes sociodigitales.
Por otro lado, la aspiración continúa siendo un tesoro apreciado por el mercado del lujo con esta generación. Las marcas de prestigio aprovechan la pretensión arraigada de las personas por las cosas buenas de la vida; la cual trata de comprar significados preestablecidos por una marca. De esta manera, el nuevo modelo de consumo “ayuda” a los clientes a crear sus propios significados en relación con el artículo o servicio vendido.
Nuevas estrategias
Es así, como las nuevas dinámicas de la Genración Z han logrado que los grandes conglomerados, de cualquier sector mercantil, busquen nuevas formas de vender sus productos, pues aunque esta generación pareciera conservar ciertos aspectos de sectores sociales pasados, por el contrario, son más complicados de atrapar.
En este sentido, la riqueza y las posesiones materiales generan en los gen Z un rush momentáneo; un aumento de emociones, pero que no es felicidad duradera. Por lo tanto, el lujo ha tenido que posicionarse en el negocio de la felicidad, demostrando que al adquirir sus productos se apunta a una compra completa, consciente, duradera y bajo una buena inversión.
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