En 2020, Miuccia Prada y Raf Simons unieron fuerzas para estar al frente de la dirección creativa de Prada. La unión fue un hecho sin precedentes, pues nunca se había visto que dos diseñadores de renombre compartieran el puesto de director creativo de una marca tan importante. De ese año a la fecha, y con los estragos de la pandemia, han dejado claro que, la mancuerna entre ellos, atraviesa por su mejor momento.
Para la más reciente colección masculina primavera-verano 2023, Prada y Simons nombraron a la colección “Prada Choices”, la cual tiene influencias en las piezas clásicas y los arquetipos, que se fusionan para dar vida a looks de una forma diferente, mediante un proceso de curación en la moda masculina.
Las llamadas “elecciones”, como lo describen, nacen de la simplicidad del concepto. La elección es una actividad que todas las personas hacen en su día a día, en la que cada uno, elige qué ponerse dependiendo lo que tiene para sacarle el mejor provecho; lo cual aparentemente no tuviera sentido, pero que en conjunto lo tiene; jugando con los contrastantes, simple y a la vez preciso.
Así, 48 looks cobraron vida al desfilar en el Depósito de la Fondazione Prada en Milán, un espacio totalmente adaptado para la colección; diseñado como el interior de una casa de gran tamaño, cuyas paredes blancas, cortinas de guinga y piso marrón, parecían hechos de papel; material del que estaba hecho el abrigo que enviaron como invitación a los asistentes de la pasarela.
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Las herramientas de esta colección son piezas directas, reconocibles y arquetípicas: trajes, abrigos, suéteres, camisas, mezclilla y cuero. Las prendas conocidas se reinventan en una complejidad de pensamiento detrás de respuestas aparentemente simples. Un proceso de refinamiento para descubrir los fundamentos de la vestimenta, donde la secuencia de los trajes negros son una conclusión lógica de un sistema de refinamiento.
En un mundo de pospandemia, la propuesta de Prada gira en torno a lo básico, esencial y minimalista: espíritu de la marca. En esta colección, las camisas, mezclilla, franjas horizontales y cuero dominaron los looks; cada uno hablando en el lenguaje básico de la moda masculina.
Entre todos los atuendos, destacan los que poseen shorts con doble cierre hecho de cuero; los jerséis de franjas de colores y las piezas de mezclilla (mismas que poseen el espíritu del workwear típico masculino, pero estilizado). Si del calzado y accesorios se trata, las botas estilo vaquero Chelsea y los bolsos jumbo son una mezcla aparentemente extraña, pero que no indiferente.
El lado minimalista de la colección queda expuesto en cada una de las decisiones de los looks. Si durante la pandemia, el viaje era introspectivo con prendas que cubrían el cuerpo para sentir ese confort dentro del hogar, después de esta, la decisión es añadir alivio físico y emocional; una frescura, una ligereza que antes no era posible.
En respuesta a esta lógica, las siluetas se acercan al cuerpo, las proporciones se reducen; evocando a las sensaciones de la juventud, la energía y vitalidad. De hecho, las franjas en los suéteres forman parte de esta energía y vitalidad, con guiños a la moda infantil. El resto de la ropa se mantiene ligera, con la seguridad de permitirle al cuerpo moverse libremente.
Con la libertad llega la reducción, así se cortan los detalles superfluos, se eliminan los cuellos de las camisas, así como para abrigos y los pantalones se cierran recortados en el tobillo, o en el caso de los shorts, aún más recortados. El gran acierto de esta colección, es que son prendas que cualquiera podría usar por su sencillez.
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