Todos sabemos que el mundo del lujo no es cualquier cosa, porque implica exclusividad y para poder brindarlo, debe de haber ciertos cambios. Para LVMH y otros valores del sector de lujo, el 2024 se perfila como un 2023 pero a la inversa…¿O sea? Significa que a diferencia de este año, cuando la reapertura de China impulsó un derroche en bolsos y joyas de alto precio que fue perdiendo fuerza poco a poco, por lo que los inversores esperan que 2024 comience con cierta debilidad antes de reactivarse en la segunda mitad.
En palabras de los analistas de BNP Paribas, el 2024 será “un partido de dos partes” para valores de lujo como Richemont y Kering SA, propietaria de Gucci.
Ahora mismo, el difícil comienzo del 2023, que llevó a LVMH a superar brevemente los 500,000 millones de dólares de valor de mercado, es un recuerdo lejano. El ánimo se ha ido deteriorando por una serie de cifras económicas que apuntan a una recuperación que se debilita en China, cuyos consumidores representan actualmente alrededor de una cuarta parte del mercado mundial del lujo, estimado en 362,000 millones de euros, y que puede llegar a ser el 40 % en 2030. Un repunte de la demanda de los compradores chinos será clave para validar las expectativas de un segundo semestre mejor.
“Sí, en este momento es volátil”
afirmó Flavio Cereda, gestor de inversiones de GAM UK Ltd.
“Cuando lleguemos a Semana Santa, me sorprendería no tener señales de que esto empieza a invertirse”
El impulso del lujo durante la pandemia ha reforzado su atractivo a largo plazo, dando lugar a comparaciones con el dominio de los valores tecnológicos en Estados Unidos. Un atractivo clave es el hecho de que las marcas icónicas disfrutan de un poder de fijación de precios que suele superar la inflación y protege sus márgenes de beneficio.
Los consumidores no se cansan de comprar los codiciados bolsos de Hermès International, por ejemplo, cuyos precios oscilan entre los 8000 y las decenas de miles de dólares. Sus acciones no han mostrado la debilidad que muestran sus homólogas y alcanzaron niveles de récord la semana pasada. Sin embargo, con valores como LVMH y Richemont todavía más de un 15 % por debajo de sus máximos de 2023, algunos inversores ven una oportunidad para comprar acciones.
Según Deborah Aitken, analista de Bloomberg Intelligence, esas comparaciones se suavizarán en el segundo semestre. La confianza se verá favorecida por el crecimiento del turismo y el repunte de la demanda de los consumidores chinos, que impulsarán el gasto por encima de su base de ingresos de 2019 y su cuota de mercado global hasta el 25 %.
Los corredores de bolsa también están adoptando una actitud más serena en el sector debido a la perspectiva de una demanda más débil y una perspectiva económica incierta.
Hace poco, JPMorgan y Morgan Stanley rebajaron la calificación de LVMH a neutral, mientras que HSBC se deshizo de todos sus objetivos de cotización para el sector, afirmando que no es un sector a prueba de recesiones.
Aun así, las empresas de lujo suelen ser mucho más resistentes que otras categorías de consumo debido a la fortaleza de sus marcas, resaltó Cereda, de GAM.
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