Todas las prendas de esencia deportiva, con el paso de los años, han avanzado abriéndose paso entre la ropa de códigos más estrictos. En estos tiempos, los mejores compañeros de un traje son los tenis blancos. Esta evolución ha permitido que la indumentaria diseñada para actividades atléticas se una al ADN de la ropa casual y utilitaria, incluso, adentrándose en las prendas más elegantes del armario. Una cazadora bomber, en un look de pantalones rectos, zapatos oxford y camisa blanca empareja perfecto y no interfiere en las propiedades sobrias del resto de las prendas. Lo mismo pasa con la camiseta tipo polo; una pieza icónica diseñada como uniforme funcional para las jornadas del deporte del mismo nombre en el siglo XIX.
La camiseta tipo polo es uno de esos esenciales en el armario: una pieza imprescindible que nos ha acompañado todos los viernes informales, a la oficina, y en las salidas más casuales. La gran herencia de René Lacoste pasó de ser parte de la indumentaria de los uniformes del polo al fondo de armario del hombre. Tal es así que firmas como Ralph Lauren, Salvatore Ferragamo, Canali, Dries Van Noten y Valentino constantemente (por no decir que en todas nos colecciones) nos recuerdan que el remplazo de la camisa blanca es precisamente una camiseta de punto. Dos piezas que encajan a la perfección y encaran la formalidad contemporánea.
La pieza insignia de la estética preppy y la Ivy League se confeccionó en tejido piqué, de aspecto mucho más pesado al que conoces actualmente. Las fibras de algodón y tejidos como el cambray son los nuevos componentes técnicos de las reinterpretaciones de la camiseta polo. Las rayas multicolores, los cuadros tipo ventana, estampados de lunares y gráficos de diferentes tamaños constituyen la cara relajada de esta prenda. Sin embargo, para combinarla con un traje el secreto radica en los colores sólidos y los patrones discretos y clásicos; como las líneas.
Para combinar la camisa como todo un experto, debes considerar la gama cromática históricamente relacionada con la elegancia de los trajes. Hablamos del negro, marino, blanco y gris. Hacer el match correcto de la camiseta polo debajo de un blazer dependerá del color de la prenda superior: por ejemplo, un blazer azul marino encaja perfecto con una polo blanca con rayas navy para un look de día y con tonos grises para la noche. Para resultados menos estrictos, seguir la regla de los colores de la camisa clásica es lo ideal; es decir, si para cierto saco o traje usabas una camisa rosa, lila o azul, aplica la misma regla, pero con camisetas polo.