Roberto Quijano, la empatía de la nueva generación de actores

En esta historia:
Talento: Roberto Quijano
Foto: Ricardo Ramos
Estilismo: María Pozos
Grooming: Sherlyn Suzette
Locación: Malibú, CA.

Desde hace algunos años, tanto en la televisión como en las plataformas y en el cine, hemos tenido la oportunidad de ver historias contadas desde perspectivas cada día más cercanas a nosotros gracias a que sus personajes son más humanos; más naturales, volviéndose entrañables y emblemáticos por la gran empatía que generan a través de la pantalla.

Ejemplo de ello es Roberto Quijano, actor y escritor oriundo de Guadalajara, que con cada proyecto demuestra su talento en esta profesión, tal como lo hizo en: La Doña, La Casa de las Flores, Cindy La Regia y ahora, en la película Amor y Matemáticas, además de su participación en la nueva serie Mala Fortuna, donde Roberto nos envuelve en nuevos universos.

En BADHOMBRE tuvimos la oportunidad de platicar con él sobre su carrera y sus nuevos proyectos:

Valerie Garcia (VG): Pensando en que elegiste esta profesión siendo muy joven ¿Cómo fue para ti vivir el proceso de convertirte en actor?

Roberto Quijano: “Desde muy chiquito siempre tuve la inquietud de estar en la pantalla. Siento que fui un niño de esos enfadosos que querían llamar la atención, ya sea bailando, inventando canciones incoherentes o hasta elevando el drama de mis berrinches a la novena potencia. Con decirte que una vez llegué al límite diciéndole a mis papas que me iba de la casa y me escondí tan bien, que me quedé dormido en mi escondite y al despertar, mi casa era un capítulo de 911

Ya cuando fui adolescente, me di cuenta que no era sólo un capricho, realmente quería dedicarme a la actuación como profesión. Empecé a tomar clases, cursos, pero a los ojos de mis papás parecía un simple pasatiempo. Creo que lo difícil fue revelarles que mi profesión no estaba perfilada en ser licenciado, doctor o abogado como ellos hubiesen querido, sino actor: vivir y dedicarme 100% a la actuación. Y aunque siempre me apoyaron en mi decisión, creo que su preocupación se reclinaba a que me iba a morir de hambre… y pues sí, al principio sí me morí de hambre, para qué te miento. Pero pues bueno, las ganas ahí estaban, mi meta era clara y con sólo unos taquitos de canasta me bastaba para seguir adelante (aunque yo, para hacerme el interesante, decía que hacía ayuno intermitente)”. 

VG:¿Qué cambios has visto del joven que inició en la actuación por una inquietud a ahora que estás en este punto de tu carrera?

Roberto Quijano: “Uy, creo que los cambios han sido muchísimos. Para empezar, escoger una profesión en la que no tienes un salario seguro cada mes, te obliga a ser más administrado y organizado en todos los aspectos.

Creo que también me llevó a madurar más rápido, a tener mis objetivos claros y no darme por vencido. Hoy volteo para atrás y de verdad, lo único que puedo decir es que llegué al lugar en el que estoy con mucho sacrificio, pero aprendí a valorar más las cosas, a disfrutar el proceso.

El joven ingenuo que creía que con sólo sus ganas de ser actor iba a ser suficiente se topó con pared cuando se dio cuenta que los cazatalentos no están en la calle buscando a la nueva estrella del cine, hay que perrearle, se necesita estudiar, contactos y sobre todo, ganarte tu lugar en cada proyecto.

Hoy que ya entiendo cuáles son las reglas del juego, me volví una persona que disfruta cada proyecto somo si fuera el único. Me encanta lo que hago. Soy más consciente que no hay mejor oportunidad que la que hay. Aprendí a abrazar el rechazo; cuando no quedo en un proyecto, no significa siempre que es mi culpa, la mayoría de las veces son cosas externas a mi, en las que no tengo el control y no debo de auto sabotearme”. 

VG: Considerando todo lo que hay alrededor de cada proyecto ¿Cuál ha sido tu mejor experiencia dentro de la actuación? 

Roberto Quijano: “La verdad, en cada proyecto vivo experiencias diferentes, es como si cada dos o tres meses te vas a un campamento de verano nuevo; haces amigos nuevos, vives experiencias diferentes, te diviertes, te ríes, te la pasas increíble y luego, regresas a casa y te preparas para el siguiente. Pero dentro de tanto campamento, lo que  me han dejado  estas experiencias, puedo decir, son los amigos que me voy robando de cada producción. En cada uno he creado lazos muy fuertes con compañeros de trabajo que hoy, son mis mejores amiguos”. 

VG:¿Qué fue lo mejor de filmar Amor y matemáticas? Y ¿Cuál fue tu reacción al enterarte de los galardones que este proyecto recibiría en diversos festivales de cine?

Roberto Quijano: “La película Amor y Matemáticas marca un parteaguas en mi carrera, definitivamente. Para empezar, llevaba muchos años queriendo hacer un proyecto que saliera de mi área de confort; quería mostrar otro lado actoral que no había podido explorar  y Claudia Sainte-Luce vio en mi ese algo que nadie había visto. Aparte que la conexión que tuve con ella fue mágica. Sumado a esto, me dicen que voy a tener la posibilidad de trabajar con mi mejor amiga Diana Bovio, dije: ‘Algo hice bien en mi otra vida’. 

Jamás me imaginé que la película resonaría en tantos festivales de cine a nivel internacional. Uno de los momentos que más recuerdo de esta experiencia fue el estreno en el Festival Internacional de cine de Toronto (TIFF). Ver que una historia tan bonita, que muestra un color diferente de nuestro México, generó muchas emociones y fue muy bien recibida por audiencias tan diversas y por los críticos. Fue para mi, un apapacho al corazón”.

VG:¿Cómo has cambiado tu perspectiva como actor y como hombre después de haber interpretado a varios hombres (tus personajes) durante tu carrera?

Roberto Quijano: “Mi perspectiva como actor, como hombre y con mis personajes ha cambiado mucho. Creo que seguirá en constante desarrollo y evolución. Me he dado cuenta que cada día existe una mejora en la representación de personajes hombres que van rompiendo con la masculinidad tóxica, que dejan atrás el patriarcado, el machismo; estereotipos del pasado y se van contando historias que fomentan a un hombre evolucionado con una ‘Nueva Masculindad’. Aunque también, creo que en la industria del entretenimiento tiene que haber  espacio para todos, sin juzgar. Total, no deja de ser nuestra realidad. Pero la idea es que haya un balance, que haya voz para todos.

Ahora, personalmente, cada personaje me ayuda a entender más a la diversidad de hombres que hay en nuestro país; me permite identificar lo que me conecta o desconecta de ellos; aprendo de la ficción lo que puedo mejorar en la vida real. 

VG: Cuéntanos por favor de tus próximos proyectos en puerta.

Roberto Quijano: “Acabamos de lanzar la serie Mala Fortuna que consta de ocho episodios y ya pueden ver en Prime Video. El estreno de Amor y Matemáticas en México es para el 2024  y dos proyectos también por estrenarse el próximo año”.

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