Después de varios años dentro del mundo creativo, el artista Rodrigo Roji, tatuador mexicano, presenta su primera exhibición Always Somewhere Else, donde reflexiona a través de las artes plásticas como la pintura, escultura e ilustración y donde su creatividad converge en ocho obras que fueron creadas en la Ciudad de México.
Daniel (D): ¿Quién es Rodrigo Roji?
Rodrigo Roji: “Creo que soy un creativo, siempre estuve involucrado en este ámbito. Estudié arquitectura, la parte de hacer tatuajes cuando estaba en la universidad, freelanceba branding, siempre estaba involucrado porque me gusta hacer diseño”.
D: ¿Cuál es tu primer acercamiento con el arte y tatuajes?
Rodrigo Roji: “Desde chico era un niño muy hiperactivo; la manera en la que me mantenían ocupado era en clase de barro, dibujo, siempre era el niño que tenía el cuaderno lleno de dibujo en vez de apuntes.
En la preparatoria, me metí a cursos de artes y hacía murales, después comencé arquitectura. Dejé la carrera, pero después descubrí que quería hacer arte y sabía que vivir de ahí no sería fácil, encontré el camino del tatuaje y era mi manera de hacer arte y vivir de ahí para obtener dinero para después producir”.
D: Cuéntanos de Always Somewhere Else:
Rodrigo Roji: “La idea de Always Somewhere Else fue hacer mi primera exposición como artista en gran formato, presentar esta colección completa de piezas que hablen de un tema en común y decidí hablar de algo de lo que todos nos podemos relacionar, que es la falta de estar presentes, estando en el celular, queriendo estar en otro lado diferente a donde nos encontramos. Esta constante ansiedad de querer estar en otra parte; no se culpa al teléfono, pero juega una parte importante”.
D: ¿Es como una metáfora de que siempre estamos conectados o todo lo contrario?
Rodrigo Roji: “Creo que el teléfono se convierte en un puente de esto, pero no solo el teléfono, porque vuelvo a lo mismo, es querer estar en otra parte. Ejemplo de ello, estás de vacaciones en la playa y dices ‘quisiera estar esquiando’, es el famoso FOMO de querer estar rodeado de gente”.
D: Justo ahora que me comentas eso, la pandemia vino a replantearnos muchas cosas y es precisamente el contacto con la gente, ¿cómo se ve reflejado con esta colección?
Rodrigo Roji: “Pues al revés, creo que de cierta forma la pandemia potencializó está parte del teléfono, de querer estar en todos lados. Más bien, habla un poco de eso, el humo y las nubes -en mi obra-, de esas cosas que no te dejan ver bien, que no te dan claridad mental; el teléfono juega una parte importante del no saber estar aquí.
No puedo decir que cambiar, definitivamente el proceso creativo al final es tu día a día y la pandemia vino a cambiar eso. La forma de vivir y experimentar lo que estás haciendo todo el tiempo, vino a modificar la forma de vivir”.
D: Cuéntame de la relación de arquitectura, arte, tatuajes:
Rodrigo Roji: “Al final todo va de la mano; también tengo la marca de juguetes, la marca de ropa, proyectos donde yo llevo la parte creativa, la parte de las ideas, conceptualizar y atrás de mi tengo equipos enormes que me ayudan aterrizar esto, a ejecutar. Hace poco tuve un acercamiento con la música que nunca había tenido, te das cuenta que diseñar una prenda, hacer un juguete, es el hecho de aterrizar esa idea y hacerla tangible”.
D: ¿Nos puedes hablar de tu marca de ropa?
Rodrigo Roji: “Es un proyecto que empecé desde hace seis años que se llama SadBoy, lo tuve como tres años en marcha y luego lo detuve por completo. Se tenía pensado relanzarse y por la pandemia se frenó, pero se tiene planeado salir para finales de verano. El proyecto se va a seguir llamando SadBoy, pero será completamente diferente a lo que se venía haciendo”.
D: De forma estética, ¿cuál es el ADN?
Rodrigo Roji: “Es un proyecto que ha tenido muchas evoluciones. Cuando se hizo originalmente, fue porque me he sentido atraído por esta onda del streetwear, entonces mi marca quería que fuera de gráficos. Hacer playeras con gráficos que a mí me gustaran, eran hoodies, playeras. Sin propuesta de corte, simplemente un branding”.
D: Háblanos del personaje “R”:
Rodrigo Roji: “Al ‘R’ lo puedes ver con mi ropa, mis diseños. Es el personaje que agarró a todos los proyectos y los hizo suyos, es como el alter ego mío y es una representación de lo que a mí no me encanta tanto, como el hecho de las redes sociales, interactuar con otros influencers, contar experiencias, hablar de moda, ya que me gusta tenerlas, pero no me gusta interactuar y el ‘R’ se encarga de esa parte”.
D: Cuéntanos, ¿qué viene para ti?
Rodrigo Roji: “Justamente esta exposición se trata de esto, de marcar este nuevo paso en el que yo me voy a dedicar mucho más al arte plástico. Voy a dedicarme a mi marca de ropa y juguetes y pasar el tatuaje a segundo plano; obviamente mi estudio se queda, todo mi equipo de tatuadores y artistas -que son buenísimos- se quedan. No voy a dejar de tatuar, pero se va a convertir en esta cosa más cuidada y específica que haga por cariño al arte, que vivir de eso.
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