En la moda, los colores no son un simple complemento: funcionan como códigos culturales y emocionales que marcan el pulso de cada temporada. Un tono puede definir una época, convertirse en símbolo generacional o abrir camino a nuevas narrativas estéticas. Desde los neutros que consolidan el minimalismo hasta los acentos vibrantes que irrumpen como señales de cambio, los colores son, en esencia, los primeros indicadores de hacia dónde se dirigen las tendencias. No es casualidad que, antes de que un corte o una silueta conquisten el imaginario colectivo, sea el color quien abre la conversación, quien dicta el estado de ánimo de la temporada y quien señala, con precisión casi quirúrgica, hacia dónde se inclina la creatividad global.


Seis años han pasado desde nuestro primer especial de Fall Collections, y con cada edición hemos buscado contar una historia única a través de las propuestas de las casas de lujo más influyentes del mundo. Lo que comenzó como un ejercicio de observación y análisis, hoy se ha consolidado como una mirada curatorial sobre cómo la moda responde a los tiempos que habitamos. Este año no es la excepción: las colecciones de otoño–invierno se presentan como un espejo de un presente convulso, donde las tendencias ya no se limitan a lo que llevamos puesto, sino que dialogan con fenómenos sociales, culturales y hasta tecnológicos.



Lo fascinante de esta temporada es cómo los diseñadores han encontrado en el color una herramienta narrativa para expresar contrastes: del retorno a los tonos tierra que evocan estabilidad y refugio, hasta los matices saturados que celebran la individualidad y la rebeldía. Vemos un espectro cromático que va más allá de lo estético, convirtiéndose en un lenguaje cargado de significados, capaz de resonar con la sensibilidad de una audiencia cada vez más consciente.


En esta edición damos un paso más allá. De la mano de Comex, presentamos ColorLife Trends 2026 un sistema especializado en el sondeo de Colores y Tendencias, que se alimenta de diversas ramas creativas: desde la arquitectura y el interiorismo, hasta la tecnología, el arte digital y el diseño industrial. Esta mirada transversal permite comprender que las paletas cromáticas no se limitan a la pasarela, sino que impregnan múltiples disciplinas, influyendo en cómo habitamos los espacios, cómo interactuamos con los objetos y cómo imaginamos el futuro.



Al integrar esta visión, reforzamos la idea de que la moda no ocurre en un vacío, sino que se construye en diálogo con el mundo que la rodea. Cada color elegido por un diseñador, cada matiz que define una colección, es el reflejo de un tiempo específico y de una sensibilidad compartida. En un contexto donde la moda se reinventa constantemente, los colores emergen como brújulas: nos orientan, nos provocan y nos inspiran a ver más allá de la ropa para entender lo que verdaderamente está en juego —la manera en que definimos nuestra identidad, nuestras emociones y nuestra cultura.


En definitiva, los colores no son solo tendencia: son memoria, son deseo y son visión de futuro. Y en esa convergencia radica su poder transformador.


En esta historia:
Foto: Ricardo Ramos
Modelos: Luis Traba, Simon Razu, Emilio Valladares y Tonatiuh Gaytan de In The Park Management
Grooming: Erich Clemenz
Asistentes de moda: Rebeca Mora y Pablo González
Realización: Juan Pablo Jim e Iván Estuardo
Locación: Eventos y espectáculos Grupo Classic
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