Trágicas despedidas han sido incontables en la moda, algunas han dejado cicatrices que difícilmente han sanado. La moda ha sucumbido a muchos a una aniquilamiento silencioso. El fabricante de sueños textiles, puede salvaguardarnos o destruirnos, sin medida alguna. He aquí una lista que detalla el ascenso y caída de varios dioses, algunos se han redimido a una necesaria serenidad. Aun así, son alabados por los mortales que añoran su retorno.
Coco Chanel
La segunda guerra mundial significó el cierre de todo tipo de negocios, viviendo con temor de ser reprimidos y castigados si sus propuestas iban en contra del régimen nazi. Coco a pesar de su retiro y sus amorío con el oficial alemán Hans Gunther von Dincklage, la rebelde couturiére decidió incorporarse y su retorno en 1954 no fue del agrado de la prensa parisina, debido a su tambaleante reputación, misma que produjo que sus ligeros trajes de tweed y vestidos de cocktail, los consideraran démodé en una sociedad post – guerra. La prensa americana fue quien la salvó del destierro y bancarrota, alcanzando un lento éxito y respeto en el mercado estadounidense.
Cristóbal Balenciaga
Considerado como “el arquitecto de la moda”, su obsesiva necesidad por la perfección y su carácter puritano y rígido por la innovación, lo llevaron a triunfar en la capital francesa, tras el estallido de la guerra civil española. El secretismo y misterio que reinaba en su estadía, provoca una intriga que perdura en los sucesores creativos de la maison, por entender la ingeniería interna de sus diseños. Secretos cocidos que son enaltecidos por una belleza rigurosa. La muerte de su pareja Wladzio d´Attainville y su postura negativa ante los agitados cambios de producción, el surgimiento del pret – a – porter y la poca rentabilidad que tenía la haute couture, marcó el cierre de Balenciaga en 1968. Curiosamente, nadie sabia de esta trágica y austera decisión, que repercutió en los últimos años del diseñador.
Tom Ford en Gucci
Una revolución sexual y erótica revivió a la casa italiana de lujo Gucci. Tom Ford transformo la aura decadente por un glamour sofisticado, remarcando que el sexo es su mejor herramienta de inspiración comercial. Una sensual estética que interpuso un ambiente andrógino en ambas líneas ready – to – wear en un esplendoroso renacer. Una exquisita sexualidad que perduró hasta 2004, tras varios desacuerdos y la constante presión laboral, puso fin a un período dorado.
Alexander McQueen
Una salvaje belleza penetró en la industria con la sinceridad, pasión y amor por la naturaleza e historia que inserto el legendario Lee McQueen, al embellecer lo lúgubre. Su inocente determinación lo coloco como uno de los diseñadores más venerados de la historia. Una gloriosa creatividad que se fue apagando, debido a aquella excentricidad y frenesí eran una fachada que ocultaban a un McQueen vulnerable, desbordado y atrapado en un mundo que amaba; le estaba destrozando su alma y mente. En 2011, se suicido. Algo tan celestial y hermoso, te puede destruir, sin duda alguna. Fue un ser fatalmente incomprendido. Su partida es una de las tragedias más lamentables y tristes que sacude nuestros corazones fashionistas. Una leyenda que se mantendrá viva a lo largo de la eternidad.
John Galliano en Christian Dior
L’enfant terrible de la moda, así es, hablamos del polémico John Galliano, que con su ingenio artístico, puso a Christian Dior en una universal perspectiva. Su pasión ligada al teatro, le brindo un original y único panorama que demostraba en memorables y vanguardistas colecciones, que nos siguen obsesionando a las nuevas curiosas generaciones. Una feroz creatividad que nunca defraudó con su dedicación al imponer fantasías, romanticismo, espectáculos en una triunfal odisea comercial – evocando una caótica narrativa. Lamentablemente, la desmesurada presión laboral, llevo al creador de sueños terrenales ha descarrilarse a una autodestrucción en 2011. Fue grabado en un estado de ebriedad, haciendo comentarios anti – semitas, aclamando que amaba a Hitler. Previamente, fue detenido y al mismo tiempo, despedido de la maison sin marcha atrás. “The king is gone”.
Marc Jacobs en Louis Vuitton
El indomable visionario norteamericano que transformo una obsoleta casa de pieles en una maison que al instante, quedas hechizado por sus bolsos. Las colaboraciones artísticas con Stephen Sprouse o Takashi Murakami, pusieron a Louis Vuitton en un referente de la cultura pop de los 2000s y fabricando una simbólica personalidad, al mismo tiempo. Lo que hizo en su estadía, fue desempolvar e impulsar una extremista revolución que modernizo el concepto de la firma con su insurgente y franco caracter. Cansado de un romance tóxico, decidió alejarse en 2014 en buenos términos y enfocarse en su compañía.
Dries Van Noten
El belga por más de 40 años, nos deleito una colorida riqueza textil en un bohemia y poética utilidad rebosando con sus florales, trayendo consigo un sentido de hospitalidad en una opulenta y cálida atmósfera. En pleno 2024, sorprendió a todos con retirarse y brindar a nuevas mentes creativas a seguir con su marca homónima. Sus prendas nos seguirán alentando a construir una propia identidad y una perspicaz individualidad. El futuro de DVN seguirá destellando – de eso estamos seguros por atestiguar.
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