Adentrarse en una búsqueda sobre el desarrollo del estilo personal, es para muchos un equivalente a definir una identidad como individuo y ahora más que nunca, es un must, ya que a las últimas generaciones, especialmente a los Gen Z, se les solicita crear un estilo diferenciador para su branding personal, lo cual pareciera ser un requisito para perseguir una carrera creativa, digital, de entrepreneur o freelancer. Sin embargo, al mismo tiempo se insiste en que hay que mantener las opciones abiertas y no encasillarse en un nicho. Esto puede llegar a ser abrumador y hacer sentir a las personas presionadas por establecer su individualidad creativa lo antes posible.
Al inicio pareciera que el mundo del estilo personal y la moda son como una montaña gigante en la que es casi imposible llegar a la cima. Si bien es cierto que es un tema amplio y cambiante, existen ciertos caminos que se pueden tomar para llevar a cabo este proceso sin perder la cabeza.
Lo primero que se realiza es un estudio personal o autoanálisis en el que se responden preguntas para saber en qué ámbito se desarrolla la persona, cuáles son los hábitos que tiene y con qué piezas de ropa se siente cómodo. Esto se hace con la finalidad de conocer ciertos aspectos que influyen en el proceso general, ya que identificarse con un estilo es más que solo la ropa que se usa; es cómo camina, cómo habla, qué come y qué música escucha, entre más cosas, ya que todo esto contribuye al desarrollo del autodescubrimiento y crea una relación con la personalidad auténtica del individuo.
Muchas veces creemos que algo tiene que salir perfecto a la primera y el desarrollo del estilo personal no es la excepción, pero la realidad es que este proceso ofrece un amplio terreno de experimentación, se debe tener en mente que descubrir un estilo es un camino divertido, creativo y sin reglas. Claro, existen sugerencias dependiendo la silueta y la colorimetría, pero nada es obligatorio, lo que da espacio a probar, examinar y volver a intentar las veces que se requiera hasta encontrar ese estilo que muestra al mundo quién eres y quién quieres ser. Esto puede cambiar y transformarse en el transcurso de los años y es normal, puesto que cuando crecemos y trascendemos mentalmente, se refleja en el exterior, pues influye en nuestra personalidad.
El camino al desarrollo del estilo personal es diferente dependiendo de cada persona; eso es lo fascinante de este proceso, que puede ser tan peculiar y subjetivo como uno lo desee, lo importante es descubrir internamente quién eres y compartirlo con el mundo.
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