A sus treinta años y contando con un incandescente progreso actoral, Drew Starkey, se figura como un prominente galán en Hollywood. Su participación en el film de Luca Guadagnino, Queer, lo ha posicionado espectacularmente en una notoriedad irreconocible, situando en el gallardo algoritmo masculino de internet.     

Su maquiavélica interpretación en Outer Banks, dio un giro inesperado al recibir una llamada telefónica del Luca, al enterarse que un amigo productor le mostró al director, una de sus tantas grabaciones de casting – un encuentro orgánicamente inesperado que se fortaleció en un afable desayuno. La visión cinematográfica de Guadagnino, le concedió encarnar al joven estudiante y fotógrafo, que se volvería una obsesión sentimental del torturado veterano de guerra, William Lee (interpretado por Daniel Craig).   

 

458388288 1313705286280473 3923142402474089673 n

Instagram

 

Presuncionalmente, al convertirse en un muso directo al personificar un romance gay, fugazmente, trasciendo su encantadora popularidad al convertirse en un respetable It-boy, mismo que disfruta una combatiente estimación. Pese al programa que lo lanzó a un estancado y atrofiado estrellato, el aceptar dicho súbito reto, trascendió el singular potencial que resguardaba al brillar en un nuevo lado del cine que expusiera una fuerza cohesiva en él, a través de un intimidante presente que pudo superar. Aterrador y vulnerable al estar iluminado por reflectores, pero emocionado por romper el hielo en un desequilibrado romance. 

Esta pasión, se deslinda del ideal de un norteamericano gay que se enamora perdidamente en tierras lejanas. Se relata un conflictivo antagonismo y movedizo vigor. Una dependencia de alguien mayor, por enlazar con alguien que vagamente lo estima. Es seco y amargo testificar una perspectiva sobre la juventud, quien conscientemente, sabe los efectos colaterales de alguien inestable y se aprovecha de aquella vulnerabilidad. Una belleza patética que refleja un embaimiento inusual y provocativo, que prepara un instinto narrativo en Drew, más seguro y proactivo. Ese empuje, estimula descubrir su propio método de autoexpresión tanto internamente como artísticamente.   

Su presencia angelical y su intrépida disposición, figuró un maremoto en una encariñada pasión naciente en su infancia, cobrando más sentido en su desarrollo. Proveniente de Asheville, Carolina del Norte, su herencia familiar ha trabajado indirectamente en este universo. Su abuelo fue cantante de ópera en Broadway. Tras enamorarse de la actuación mediante el préstamo de videocaseteras de la tienda de sus tíos, decidió estudiar teatro. Previamente, en sus comienzos, se mudo a Atlanta, comenzó a audicionar disparatadamente en televisión abierta, cortometrajes, películas de estudiante, obteniendo papeles secundarios en Love Simon y Ozark. Mudarse a California, incineró su suerte. 

 

drew starkey luca guadagnino and daniel craig at the queer v0 jk1zj5ki5lmd1 compressed

Getty

Este preciado dinamismo, le concedió una ovación de 9 minutos en el Festival de Cine de Venecia. La documentación audiovisual que se torna en un giro psicodélico e imaginativo, fue notablemente libertadora y absurda en Starkey. Tener una genuina plenitud colaborativa con Luca Guadagnino, le brinda la llave de oro, que agujeree grandes floridas oportunidades en su profesión y una desenfrenada admiración pública. El italiano es un imán de un romántico triunfo inmediato. Este accidental debut, es extrañamente salvaje, ya que el verdadero descubrimiento de Queer, es Drew. Una mayor variedad resolutiva le aguarda en su futuro a un aprensivo y educado Starkey. 

PUBLICAR COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.