La pasada entrega número 94 de los premios Oscar a lo mejor del séptimo arte, dio cuenta del nacimiento de nuevos iconos de la moda masculina como el aclamado Thimothée Chalamet, quien de la misma forma que figuras como Marlon Brando, Clint Eastwood, Humprey Bogart, Elvis Presley, Michael Jackson, Leonardo DiCaprio o Colin Farrell causan revuelo entre la sociedad espectadora.
De esta forma y gracias al fenómeno de Internet, es que podemos comparar sus carreras y notar grandes diferencias, claro sin poner en duda su talento, carisma y por supuesto amor por la moda. En este sentido, recordemos un poco de quienes fueran grandes exponentes y referentes del estilo mundial.
Así, los hombres han tenido y construido referentes de masculinidad a través del cine, ya sea por sus personajes o los mismos interpretes. Su personalidad, valores, valentía y fuerza se combinaban para dar forma a la imagen de un hombre aspiracional.
Hasta ese momento, la moda no era algo que los hombres debían de seguir, es por eso que solo imitaban las actitudes o valores de aquellos caballeros del espectáculo. En las películas del viejo oeste, el actor Clint Eastwood ha sido un referente de la imagen de un hombre valiente, sucio por el trabajo o el calor intenso; al que no le importa realmente su apariencia.
En sus producciones filmográficas, su valía era personificada siempre a través del uso de armas, mismas que en cada oportunidad de peligro o amenaza, desenfundaba para defenderse o defender a los suyos. Una idea que no solo vivió en el cine norteamericano, sino también en el nacional mexicano.
Esta representación de la masculinidad debía funcionar para ambos géneros, masculino y femenino. Ellas por un lado, amaban su belleza y atractivo, mientras ellos veían, en esas figuras, una relación de compadrazgo al que podían llamar compañero y no un rival por quien tendrían que sentir celos debido a la admiración de las mujeres.
Cary Grant
Durante el siglo XX su fama lo llevó a considerarlo de los hombres mejor vestidos. En los años 60 publicó su artículo “Cary Grant on Style“, en el que desvelaba todas sus tácticas de vestimenta.
Sin embargo, las apariencias engañan y es que su imagen también estuvo alterada debido a su homosexualidad, misma que fue reprimida en muchas ocasiones por los estudios de producción más importantes del momento. Esta situación ponía a la luz la intolerancia y rechazo por otro tipo de masculinidad que no fuera la normativa heterosexual, heredada de los prejuicios sociales.
Con el paso del tiempo, el cine retrató a hombres que cuidaban de su apariencia, considerándolos como caballeros, figura que proponía un comportamiento ideal con otros hombres y sobre todo con las mujeres.
Marlon Brando
Entre sus películas más recordadas se encuentran “Un tranvía llamado deseo”, “El padrino” y “Julio César”. El estilo de Marlon, en sus primeros años de carrera, se basó en transitar entre un “chico malo”, vistiendo chaquetas tipo biker para después pasar a looks más elegantes, una imagen lo suficientemente provocadora.
James Dean
Su nombre está escrito en letras de oro entre las celebridades más populares e inspiradoras de la historia de Hollywood. Así, su notable estilo ha sido musa de canciones, poemas, libros y películas. Durante su corta edad, mostró ser percha de las prendas más usadas por los hombres en su momento y aún hasta la actualidad. De esta manera, ganó al mundo vistiendo chaquetas, playeras blancas y unos vaqueros clásicos. Sin duda, una figura con aires rebeldes y gaalntes.
Elvis Presley
A finales del siglo XX, las estrellas de Hollywood masculinas se volvieron objeto de deseo. Johnny Deep, Brad Pitt, Jude Law, Leonadro Di Caprio y desde luego, los modelos de moda masculinos, fueron parte de una nueva imagen de hombre sensual (y sexual) que invertía tiempo en su cuidado personal.
Johnny Deep
Brad Pitt
Jude Law
Leonadro Di Caprio
De modo que, para la primera década del 2000, la figura masculina cambió para ahora ser un hombre que cuida de su piel, su apariencia, su ropa. Ahora invierte tiempo para atraer a las chicas o cualquier persona que él quisiera. No fue hasta la actualidad, que la imagen del hombre retoma su grado de sensualidad al momento de vestir, pero con un cambio aún más profundo. Los referentes van encaminados a la sensibilidad con respecto a su posición del “deber ser del hombre”, ampliando sus posibilidades, formando nuevas estéticas e iconos.
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