¡Cuánta perversidad! Desde que Alexander Skarsgård lució las infames botas kinky de Saint Laurent y unos pantalones de cuero bien ajustados en el Festival de Cannes, el lado más pérfido del actor se ha mostrado abierto, dominante y sexy.
A pocas semanas del estreno de su nuevo filme Pillon, donde interpreta al líder de una banda de motociclistas que evapora el aceite con su “pitomania”, la estrella sueca volvió a encender titulares en el Festival de Cine de Zúrich.
En una sesión de fotos, apareció con una blusa de satén color crema firmada por la marca italiana de culto Magliano. A primera vista, parecía inocente con su estampado gris; pero al mirar de cerca, lo que revelaba era un auténtico bodegón de juguetes sexuales.

Dildo-licious!
Entre consoladores y tapones anales, la prenda dejaba un guiño de desenfreno y candor que nos derrite la boca. Tal elegancia lujuriosa se complementó con unos pantalones grises con rayas diplomáticas que exprimían su lado freak al máximo, fajando su candor.
Inesperadamente, y para nuestro deleite, esta nueva fase de Alexander Skarsgård continuará hasta que el mundo contemple su encanto más allá de un simple t-shirt.
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