Musas en Mi: el álbum donde Arath Herce deja entrar a la inspiración
El proceso creativo de un artista es distinto para cada quien. Algunos trabajan desde la inmediatez; otros, desde la pausa. Para Arath Herce, crear Musas en Mi tomó cinco años aproximadamente. Un periodo largo, pero necesario, para construir un álbum que lleva en su título la clave de su inspiración: las mujeres de su vida. “Es una canción que habla precisamente de volver a escribir una canción; es como una oración a la musa para que regrese”, comparte.


Durante los tres días que compartimos con él, descubrimos a alguien que ha vivido prácticamente al ritmo de la música. Arath ha dedicado 17 años —más de la mitad de su vida— a construir su relación con ella, con una disciplina que se siente natural, sin pretensión. En un evento íntimo pudimos escuchar los primeros sonidos del proyecto y verlo tocar tres instrumentos simultáneamente, un acto tan sorprendente como honesto, especialmente en una época donde pocas veces vemos este dominio musical.


Musas en Mi es su segundo álbum de estudio, aunque para Arath se siente como el verdadero inicio. La razón es sencilla: por primera vez pudo grabarlo como siempre quiso. Casi todas las canciones se registraron totalmente en vivo, sin correcciones obsesivas. Ninguna se grabó más de tres veces. La imperfección —su respiración, sus quiebres, esa fragilidad que no se puede actuar— se convirtió en parte esencial del carácter del álbum.
Su origen veracruzano también lo ha colocado, de formas inesperadas, en un camino donde las coincidencias juegan a su favor. Desde muy joven comenzó a acercarse a figuras que han marcado la música en México. Natalia Lafourcade es una de ellas: apareciendo en los coros del álbum y ha sido una presencia importante en el proceso creativo de Arath. El cineasta venezolano Juan Pablo López, por su parte, aportó su mirada en algunos de los videos del proyecto, enriqueciendo la propuesta visual con un toque íntimo y cinematográfico que acompaña el espíritu del álbum.


A través de Natalia llegó también Leif Vollebekk, cantante y compositor indie folk canadiense, ídolo de Arath y una de las piezas clave detrás del sonido de Musas en Mi. Terminaron trabajando juntos, y mostrando una verdadera conexión en el trabajo presentado. No fue el único nombre clave que se sumó: Jim Keltner, baterista de John Lennon y George Harrison; Tony Garnier, bajista de Bob Dylan; y el ingeniero Andrew Scheps también aparecen acreditados. La lista completa parece imposible para un artista tan joven, pero al escucharlo, todo cobra sentido.
Con cinco sencillos ya lanzados, la visión del álbum está más clara que nunca. Las canciones duran lo que deben durar, aunque pasen de seis minutos. Se dejan acompañar por orquestas, por silencios, por letras que parecen cartas abiertas y reflexivas. Visualmente, Arath apuesta por videos análogos, casi caseros, como si quisiera capturar momentos que existieron antes de que alguien decidiera filmarlos. Todo en su universo busca regresar a lo esencial.

De cara a 2026, Arath prepara nuevos proyectos y una gira que promete llevar este mundo íntimo a un escenario más grande. Musas en Mi no solo es un álbum: es la invitación a un momento específico, ese instante en que la inspiración vuelve a tocar la puerta y uno decide abrirla.



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