¿Quién fue realmente Marty Reisman, la leyenda detrás de Marty Supreme?

Con el lanzamiento de su poster oficial y un segundo trailer, la tan esperada película de Timothée Chalamet, Marty Supreme, se ha convertido en una sensación cinematográfica. Bajo el caos y la intensidad del ping pong, la trama nos sumerge en la historia de una leyenda: Marty Reisman. Pero, ¿quién fue realmente? 

Si indagamos más allá de la frenética dirección de Josh Safdie, el deportista nació en el Lower East Side de Manhattan en los años 30. Empezó a jugar ping pong porque quería ganar “dinero fácil”. Descubrió este deporte tras un extraño episodio que comenzó cuando tenía diez años: sufrió una crisis nerviosa en la escuela mientras cantaba el himno nacional estadounidense, pasó un mes en un centro psiquiátrico local, y al salir, tomó por primera vez una raqueta de tenis de mesa en un centro comunitario.

En varios reportajes se asegurá que Marty era un sujeto agradable, divertido y carismático. Hablaba como “metralleta” y, en ocasiones, usaba un sartén como raqueta durante sus entrenamientos. 

Apodado “La Aguja” debido a su físico delgado, saltó a la fama en el Abierto Británico de 1949 ante 10.000 espectadores en absoluto silencio. El joven de 19 años recibió una gran ovación en el Wembley Arena tras vencer inesperadamente al húngaro Viktor Barna, cinco veces campeón del mundo. Su excéntrica personalidad era tan letal como sus golpes impecables, que llevaron a convertirse en campeón nacional en 1958 y 1960, ganándose el apodo de The Wizard of Table Tennis.

Reisman ganó 22 campeonatos importantes entre 1946 y 2002: fue medallista mundial —incluyendo varias preseas de bronce. A los 67 años, rompió un récord al ganar el campeonato nacional de hardbat, convirtiéndose en el jugador más veterano en lograr tal hazaña en la historia de Estados Unidos.

Su ferviente pasión por la raqueta lo bautizó como showman con rutinas de estilo circense, aunque su competitividad feroz y descarada también lo llevó a cometer actos vandálicos. En sus memorias The Money Player: The Confessions of America’s Greatest Table Tennis Champion and Hustler cuenta que “no era ningún santo, ni le interesaba serlo”. Apostaba, traficaba oro–––ganaba hasta 700 libras esterlinas cada vez que se sujetaba lingotes de oro al pecho, ocultos bajo un chaleco de muselina y un traje de baño de látex–––, vivía en el límite y hasta fue perseguido desnudo por el esposo celoso de una amante. ¡Todo un don juan neoyorkino! 

Según The New York Times, llegó a ganar suficiente dinero para convertirse tres veces en millonario, pero también perdió el suficiente dinero para ser tres veces pobre. De hecho, dirigió una red de poder conocida como la mafia del ping-pong.

Marty Reisman falleció en 2012 a los 82 años.