Día de Muertos es una celebración muy especial y significativa para todos los mexicanos, dentro y fuera del territorio nacional. Además de ser una buena razón para festejar, también es un momento solemne para recordar a los que ya no están con nosotros. Así, en la escena de la moda nacional, existe un gran legado de talento que desafortunadamente ya no se encuentra en el plano físico, pero que con su trabajo en la industria, dejaron el nombre de México en alto y viven través de su recuerdo.
En esta ocasión, a manera de ofrenda escrita, recordemos a quienes se fueron y dan cuenta de la herencia en la moda mexicana que dejaron y que no deberíamos olvidar, pues la historia de la industria del vestido en México no inicia con las propuestas de este siglo, sino de décadas atrás cuando las circunstancias comerciales, sociales y económicas eran diferentes. Y si bien, este conteo no incluye diseñadores de moda masculina, la razón radica en su inexistencia o no en las proporciones en las que ellos (diseñando para dama) lo lograron hacer.
1. Ramón Valdiosera
El diseñador, originario de Veracruz, es mundialmente conocido, entre otras cosas, por su trabajo como pilar de la historieta en México. Como diseñador de moda, destaca por crear el “rosa mexicano”, color que formó parte importante de su carrera en una colección inspirada en la indumentaria y textiles mexicanos, misma que tuvo gran impacto en la prensa de 1948, ganándose lugares en medios como el New York Times.
Otra faceta conocida de este gran personaje de la cultura del diseño en México fue su incursión en el traje típico de los estados. De acuerdo con el sitio homónimo, al asistir como jurado de certámenes de belleza y desfiles, a mediados de los 50, Valdiosera nota que algunos estados de la república no tienen traje regional que los identifique o bien, que que estaban repetidos en algunas de las participantes. De esta manera, inicia una cruzada nacional por darle identidad a cada una de las comarcas con el título: “EL PUEBLO LOS NECESITA”. Es así, como se ocupó de diseñar para los estados de: Nuevo León, Tabasco, Aguascalientes, Quintana Roo, Baja California, San Luis Potosí y Veracruz (Huasteco), entre otros que actualmente cuentan con su propio traje.
Su libro 3000 años de moda mexicana es considerada la primer publicación sobre moda en México; escrito que documenta el estilo de vestir desde la época prehispánica hasta los años 70 en el siglo XX. El volumen fue lanzado en 1992, pero se terminó de escribir el 27 de junio de 1969 (así lo indica el libro) y editado por EDAMEX y la Cámara Nacional de la Industria del Vestido con un tiraje de cuatro mil ejemplares, mismos que fueron distribuidos, principalmente, en puntos de venta del extranjero.
2. Manuel Méndez
El diseñador fue uno de los pilares de la moda en México, conocido como el Maestro de la Alta Costura mexicana, al que también se le atribuyen los sobrenombres: “El primer diseñador del país” o “El Balenciaga mexicano”. Méndez llegó a vestir a Dolores del Río y María Félix, a la par, creó más de cien colecciones de moda para mujeres de la alta sociedad mexicana, desde el ámbito de las artes hasta la política.
Su calidad y estilo sobrio fueron claves de su éxito para vestir a las altas esferas mexicanas, donde llegó a confeccionar para El Palacio de Hierro (tienda de la cual se convirtió en el primer diseñador mexicano exclusivo). Pero antes, en 1961, fundó su casa de modas en la Avenida Presidente Masaryk junto a su pareja Mario Marghieri. Así, para 1968 presentó su primera colección y al año siguiente, fue contratado por Charles Kovec para convertirse en el diseñador mexicano del Salón Internacional del Palacio de Hierro. Gran parte de su éxito se debió a esta mancuerna y la habida con el director de publicidad, relaciones públicas y mercadotecnia de dicha tienda departamental.
El trabajo de Manuel Méndez, ha sido galardonado con una enorme cantidad de reconocimientos entre los que se encuentran: 20 medallas de plata como Mejor Diseñador, dos Premios OMNI, un reconocimiento de Hispanic Designers por su trayectoria y la Estrella de Plata en 1999. Vogue, Harper’s Bazaar y Elle son revistas en las que los diseños del maestro Méndez han aparecido en la portada.
En 1999 participó junto con la empresaria Elisa Salinas y el proyecto de la boutique de alta costura Enrique Martínez en Madison Avenue en Nueva York. En 2008 recibió un homenaje en vida durante Fashion Week México por su trayectoria.
3. Genne Matouk
Es otro diseñador clave en la historia de la moda en México, pues desde muy joven demostró aptitudes para el oficio, dibujando figurines y modelos, las cuales se vieron favorecidas por su cercanía con la industria de la moda, pues pasaba los veranos en la trastienda de Casa Salum, el negocio de ropa y textiles de su familia materna en el puerto de Veracruz.
Con la idea de aprender el oficio de la mano de un diseñador destacado, llevó sus bocetos con el diseñador de vestuario estadounidense Royer, quien trabajó entre 1942 y 1952 en México; conocido por vestir a Dolores del Río y célebre por ganar el Ariel en 1945 por su trabajo en Bugambilia.
En 1962 Matouk decidió emprender su carrera como diseñador, para lo cual, en su departamento montó un taller donde atendía principalmente a amigos y familiares.
Para 1964, ya vestía a la actriz Angélica María en las películas Vivir de sueños y Mi alma por un amor (ambas de Roberto Baledón), siendo su última colaboración en cine con la actriz la película 5 de chocolate y una de fresa de Carlos Velo en 1968.
De acuerdo con el periodista de moda Carlos Didjazáa, el trabajo Matouk se caracterizó por enfocarse en un nicho especifico: la juventud más acaudalada de México. Si bien, hacía vestuario para algunas películas y telenovelas, poco a poco se posicionó en el guardarropa de la clase política y las comunidades judía y libanesa.
4. Enrique Martínez
La carrera de Martínez dio inicio cuando trabajó para Manuel Méndez, donde poco a poco fue ascendiendo de posición durante los cinco años que duró su estancia con el diseñador hasta 1975, que por invitación de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el diseñador presentó una colección en París, la cual estaba integrada de textiles indígenas, y que permaneció en la ciudad unas semanas después del desfile.
Después de uno de sus viajes a París para recoger los vestidos de su jefe, anunció a Méndez la decisión de mudarse para emprender una carrera en la capital francesa; debido a que la idea le parecía apresurada, Méndez habló con el embajador de Francia en México, pidiéndole que le escribiera una carta a Hubert de Givenchy (quien formaba parte del Salón Internacional de Palacio) donde solicitaba, recibiera a Martínez en su taller y le cediera una entrevista. Martínez no buscó a Givenchy inmediatamente, sino que dedicó los primeros tres meses de su estadía para tomar clases de francés. Posteriormente, se presentó a la entrevista con Givenchy, quien de forma inmediata lo contrató como tercer asistente.
Esta experiencia le sirvió a Martínez para pulir sus habilidades de confección, negociación y liderazgo al momento de dirigir un taller, así como entender la industria de la moda en aquel momento.
Martínez debutó en el Salón Internacional de El Palacio de Hierro Durango el jueves 29 de septiembre de 1983 con una colección que gozó de muy buena recepción de la crítica. Información del periodista Carlos Didjazáa, señala que entre los comentarios destacados se encuentra el de Marguerite Rostan, antigua diseñadora de Palacio: “Cada tirante estaba en su lugar, todas las bastillas eran impecables, Enrique sí que aprendió a hacer las cosas bien ‘comme il faut’, estoy encantada”.
5. Gianfranco Reni
Conocido como el “McQueen mexicano” por su cercanía con el también fallecido diseñador británico con quien trabajó como asistente en su taller, fue un joven creativo del diseño que destacó por su ingenio y creatividad al momento del detalle. Egresado de la Universidad Jannette Klein, destacó en el mundo de la moda nacional por el uso de plumas, encaje, brillos y pedrería que hacían destacar sus vestidos, tanto en las pasarelas como en celebridades como: Paola Núñez, Karla Souza y Sara Galindo, por mencionar algunas.
Nacido en Verona y criado en Cuernavaca, se presentó en cinco temporadas consecutivas del Mercedes-Benz Fashion Week México, entre 2010 y 2012. Es en esta plataforma, donde sacó a la luz su primera colección, la cual tituló My Army. Por otro lado, en 2012, el diseñador abrió su propio showroom en la calle de Bucareli número 128, en el centro de la Ciudad de México.
Para 2016, Reni presentó uno de sus vestidos en la exposición El Arte de la Indumentaria y la Moda en México, esto en el Palacio de Iturbide; en la que además se presentaron vestidos que fueron aportados por personalidades como María Félix.
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