Bottega Veneta ha abierto su primera tienda en el “Salón de Milán”, como se conoce a la histórica galería comercial Vittorio Emanuele II, que une la plaza de la Scala con el Duomo. Para la marca de Kering, se trata de su tercera tienda en la capital lombarda, estando las otras dos situadas en el cuadrilátero del lujo, en Via Montenapoleone y Via Sant’Andrea. Es la primera tienda italiana diseñada por el director artístico Matthieu Blazy.
El diseñador ha desarrollado un nuevo concepto de interior especialmente lujoso, que hasta ahora solo se podía encontrar en la flagship store parisina de la avenida Montaigne. Los tres elementos distintivos de esta nueva visión se encuentran en Milán: madera de nogal oscuro para el mobiliario y la escalera, ladrillos de vidrio para las paredes y el techo, y mármol verde Saint Denis procedente del Valle de Aosta para el suelo. Al igual que en París, una interminable escalera de caracol domina la entrada y conduce al primer piso, ocupando un tercio del espacio.
El estilo modernista se mezcla con un ambiente más cálido e íntimo, sobre todo en los pequeños salones amueblados con mesas bajas de madera, grandes plantas verdes colocadas en enormes macetas doradas, así como alfombras de lana y sillones de cuero verde.
“La boutique ofrece múltiples experiencias del espacio. Quería transmitir la idea de un interior hogareño con referencias a la arquitectura modernista italiana, que contrasta con la estética de una nave espacial. Y captar la intimidad y la imaginación del acto de vestirse”,
Matthieu Blazy en un comunicado.
La tienda, de 240 metros cuadrados y con dos grandes escaparates, está repartida en dos plantas. El centro de atención son los accesorios, con una gama ampliada de zapatos para hombre y mujer; serie de bolsos de piel tejidos con la tradicional técnica Intrecciato, distintiva de la casa de moda italiana. Los accesorios ocupan cuatro salas, mientras que el prêt-à-porter tiene que conformarse con tres estanterías, cada una de las cuales contiene menos de una docena de piezas, tanto para hombre como para mujer.
Bottega Veneta ha podido permitirse este prestigioso escaparate en la Galleria Vittorio Emanuele II gracias a Gucci, que ha cedido su lugar, trasladándose un poco más lejos, a un espacio más amplio que antes ocupaba Massimo Dutti. Con Saint Laurent a la vuelta de la esquina, el grupo de lujo Kering cuenta ahora con tres puntos de venta en este prestigioso lugar, muy frecuentado también por los turistas.
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