Conocí a Diego Alfaro hace algunos años, cuando los dos éramos #TalentoEMTI y él estaba por empezar a conducir Zona Trendy en E!. Desde entonces, Diego es cada vez más famoso: ha conducido en MTV y Canal 5, ha posado con las manos juntas en los espectaculares de toda la ciudad de México Diseña de ELLE, y actualmente conduce junto con Jiots el programa “La Una” por Radio Fórmula. Diego le platicó a Alice Gamus todo acerca de su estilo, los tatuajes, y su obsesión por los tenis.
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¿Qué piensas que es el estilo personal?
“Siento que en mi caso, el estilo es arriesgarte, salir de lo monótono, identificarte con algo. Por ejemplo, a mí me gustan las camisas hawaianas, voy a aprovechar que no a todos les quedan bien. Encontrar algo que tú puedas lucir más que otros, y sobre todo no vestirte igual todo el tiempo. Siento que en México pasa eso: en el caso de los hombres pasa una moda y todos se visten igual. Yo empecé a estilizarme desde los tatuajes, hasta cuidarme, mantener mi look, el pelo, la barba. Aprovechar todo lo que puedas usar para darte diferentes estilos: lentes, lentes de sol, tatuajes, collares, anillos. Siento que eso es estilo.”
Exacto con tus tatuajes, logras un estilo individual…
“Claro, es algo que te identifica. La gente te ve y sabe que eres el wey con tatuajes, y lo he trabajado desde que empecé. Para mí, fue go big or go home, no me voy a poner solo uno. Empecé con uno muy grande, me valió madres. Entonces dije “de aquí soy” y vi un nicho que en México casi no hay. Mi primer tatuaje me lo hice en Los Angeles y mucho fue por ver cómo todo mundo ahí está tatuado. Fue un momento clave en el que vi a una familia: un wey y su esposa y un chavito y los dos estaban completamente tatuados.
Siempre me gustaron desde chavito, nunca me he hecho un piercing por ejemplo. Si adornas tu casa y pintas las paredes, pues al final es tu cuerpo, es como tu casa. Está el tabú de que son para siempre, pero no sabes si te mueres mañana, entonces qué mas da. Prefiero aprovecharlos y más que ahorita los puedo lucir más. Llegará el momento en el que este arrugado y viejo y no los luciré tanto. Quise que este fuera mi distintivo.”
Los tatuajes pueden ser parte de una subcultura y hablando de subculturas, ¿qué opinas de la inspiración de la moda en el streetwear, cómo distintas marcas han
retomado esta moda urbana en sus colaboraciones?
“La colaboración de Supreme y Louis Vuitton se me hizo una mamada. Supreme es una marca de patinetas, y en este caso se empiezan a hacer cosas de lujo y empiezan a irse a otras audiencias y se nota. Por más que se ponga de moda la playera de Trasher, si se la ves a Kylie Jenner dices “aagh”. El otro día me puse un jersey de hockey (y no tengo idea de hockey) y un wey se me acercó a preguntarme cuál era mi jugador favorito y le tuve que decir que me lo compre en Nueva York porque me gusta como se me ve. Entiendo que me veo disfrazado y está cool, no tengo ningún problema. En el caso de los tatuajes también pasa mucho, que se pone de moda una silueta y ahí ves a todo mundo con el mismo tatuaje. Yo me hice tatuajes que sé que no se va a atrever a hacer el wey que se hizo el triángulo con flechas.
La vez pasada me escribió mi tatuador, y me enseñó una foto de un chavo que me había copiado como 5 tatuajes. Me sentí muy raro, por un lado pensé que estaba cool que haya inspirado a ese chavo a hacerlo pero por el otro pensé, “sé original”. Me enoja no por mí, si no por él. O sea los míos no son tan originales porque son tradicionales pero trato de darle mi toque y lo trabajo con el tatuador.”
¿Todos tus tatuajes significan algo o son estéticos?
“Llega un momento en el que si te gusta una imagen te la pones, pero sí, todos tienen un simbolismo, más que una historia.”
Cuéntame un poco de tu colección de jerseys, que veo que tienes muchos.
“Siempre fui muy fan de la NBA, del basquetbol. Tengo uno de Vince Carter que es un clásico; él fue una de las razones por las que jugué basquet desde chiquito. Ahorita le estoy entrando mucho a los jerseys de hockey. Me gustan mucho los logos. Los de americano no me gustan tanto, más que los clásicos. En cambio los de hockey los puedes estilizar mucho más con el oversize.”
¿Alguna vez has sido víctima de la moda?
“De puberto, claro. Le entré a la moda de las Lacoste. Me acuerdo que un amigo se fue a Argentina y le pedí que me trajera porque eran más baratas y creo que las usé una vez. Fue una etapa en la que estaba entre la Lacoste y la tshirt de Led Zeppelin y dije “fuck it”, yo no soy el chavito de Lacoste. Ahí fue cuando empecé a agarrar mi identidad.”
Me platicabas que ya no quieres ser identificado con tus lentes, ¿por qué?
“Está cool que te identifiquen con lentes, pero no siempre estar con lentes. Llegó un momento en que para ir a la tienda me tenía que poner mis lentes. No los voy a dejar de usar pero sí quiero que sea especial el día que traiga lentes. Siento que hay looks que no van con los lentes, por ejemplo el jersey. Entonces en favor a mi estilo, prefiero darle más variedad.”
Si tuvieras que escoger una ciudad solo por el estilo de la gente, ¿cuál sería tu ciudad ideal?
Creo que Buenos Aires. Fui hace un chingo y a todos los veía muy hipsters. Les decía “wey, estás muy hipster” y no sabían qué era eso, no me entendían. Estaban muy en su pedo. Tienen una cultura nacional muy cañón, la mayoría de las marcas que usan son nacionales. Todo es muy real, no como la chava fresa de aquí o de NY que trae su playera de los Ramones. Sobre todo en Palermo Soho y Palermo Hollywood, a las mujeres las veías que a penas se vistieron y se veían súper cool. Tienen un buen de onda.
¿Qué seria algo que nunca usarías?
“Jeans blancos, siento que es algo que se adueñaron los mirreyes. Y obviamente los Crocs.”
Hablando del sneaker fever, ¿cuántos tenis tienes?
“Arriba de 80/90. Hay algunos que solo son para ocasiones especiales. Hay otros que les echo el spray para piel y todo. Pero también sé cuales usar para la batalla como los Air Force One, que el chiste es que se vayan desgastando y no es un modelo tan caro.”
Platícame un poco de tu joyería, especialmente de tu anillo de vagina.
“Mi anillo de vagina es una historia chistosa: me acabo de ir a Barcelona y el novio de una amiga me dijo que tenía una tienda de joyería muy cerca y fuimos. Vi los típicos de calaca y de repente vi este. Me dijo que eran un icono de la tienda, que era una vagina y que decía “Eat More Pussy”. Me gustó por ser original, el de la calaca lo encuentro en cualquier lado en México. Los demás que traigo, trato mucho de usar joyería mexicana, tengo de Driguez, trabajo mucho con un amigo que tiene La Santa Joyería. Aunque trato de apoyar marcas mexicanas, es difícil, son muy pocas las que están volteando a ver a los hombres, ya cada vez son más los hombres que se interesan por esto.”
¿Te acuerdas de lago que compraste y que te haya marcado?
“Me marcó mucho el primer par de tenis que compre con mi salario, en Shelter. Eran unos Dunks con colores rarísimos fosforescentes. También mi primera chamarra de piel y mis primeros skinny jeans.”
¿En que tienda podrías vivir?
“Nike, sobretodo por los tenis. Va a sonar a cliché para también en Urban Outfitters, siempre que voy a un lugar espero que haya. Es parada necesaria, son básicos que no fallan. Aunque si tuviera el varo estaría vestido de Rick Owens todo el tiempo.”
¿Qué es lo que más te gusta de tu cuerpo, y qué es lo que menos?
“Lo que menos, definitivamente mis pies, son espantosos y mis piernas, son demasiado peludas. Me gusta que tengo un torso muy grande. Soy de torso largo, entonces eso me ayuda a estilizarme. Mi altura.”
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Si quieres saber más de Diego, visita su Instagram. Fotos de Maria Osintceva. Locación: Four Seasons Mexico City. Paseo de la Reforma 500, CDMX.