El impacto que tiene tus compras…puede realizarse con la economía circular

México ahora se encuentra en el momento crucial de su historia económica, debido a la sustentabilidad y negocios que ahora se implementan para obtener una Economía Circular. Este modelo de negocio, busca reducir el desperdicio y maximizar la reutilización de recursos, para poder así generar una conciencia al tomar decisiones finales de compra ante los consumidores.

 

¿Cómo va la Economía Circular en México?

Ahora el país se une al preocuparse por el medio ambiente y sostenibilidad, debido a que este tipo de consumo ha ido en aumento, por ello la Economía Circular se presenta como una alternativa justa. Debido a que los principios fundamentales promueven la reutilización, reciclaje y reducción de consumos de recursos, para poder aportar un granito de arena sobre el cambio climático y así disminuir la contaminación ambiental.

Los datos que arrojó el INEGI, en nuestro país se generan diariamente 20,895 toneladas de residuos sólidos urbanos, de los cuales recolectan 83.93% y tienen una disposición final el 78.54% reciclando únicamente 9.63% de los residuos generados.

A inicios de este año, se publicó en la CDMX la primera Ley de Economía Circular en México, que busca un desarrollo económico restaurativo, regenerativo, sustentable, cultural, inclusivo y comunitario, para así llevar a cabo una producción ambiental sostenible y responsable socialmente.

El poder de la Economía Circular en la decisión de compra del consumidor 

Los cambios fueron notorios gracias a la adopción de la Economía Circular, causando un impacto por parte de los consumidores al tomar una decisión final en plena compra. La conciencia ambiental y los productos que son sostenibles, hacen que los consumidores se inclinen más por ellos, debido al valor para realizarlos.

Ahora las empresas tienen la meta de adoptar y fomentar modelos de negocios sostenibles, para minimizar impactos al medio ambiente y así lograr múltiples sistemas de ciclo de vida de los productos, el cual comprende:

  • Reducir:  disminución de recursos en la pre manufactura, además de la reducción tanto en el uso de energía, materiales y otros recursos durante la manufacturación.

  • Reusar: uso del producto en su totalidad, o sus componentes, después de su primer ciclo de vida, promoviendo nuevos ciclos

  • Reciclar: proceso de convertir insumos que de otra forma se considerarían como basura en nuevos materiales y productos.

  • Recuperar: proceso de recolección de productos al final de su etapa de uso y su posterior desmontaje, clasificación y limpieza para su utilización en posteriores ciclos de vida.

  • Rediseñar: implica diseñar la próxima generación de productos, permitiendo un uso más eficiente de componentes, materiales y recursos recuperados del ciclo de vida.

  • Remanufacturar: implica el reprocesar productos ya utilizados para su restauración a un estado original o reutilización de la mayor cantidad de partes sin pérdida de funcionalidad (Jawahir y Bradley, 2016).

Las empresas que ahora adoptan estas prácticas circulares, han logrado conquistar a aquellos consumidores preocupados por el futuro del planeta. Ahora vienen con etiquetas de origen sostenible y su enfoque en la reutilización ganan la preferencia de los compradores. 

 

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