Cuando alguien dice que no le interesa la moda miente, pues lo hace cada mañana al elegir la ropa que se pondrá para ir a la escuela, al trabajo, a una reunión especial y no se diga, si es para una cita por la noche. De esta manera, si a la gente no importara la moda, no estarían preocupados por qué ponerse para una entrevista de trabajo, pues muy en el fondo, saben el poder que tiene la vestimenta en la vida cotidiana.
Así, el mundo de la moda tiene muchos prejuicios que a se ha cargado a través de los años gracias a la cultura pop, que sí bien ha tomado ciertos aspectos como su relación con el dinero y el poder, no todo gira en torno a esas palabras, pues más allá de esta fría imagen, existe un vinculo más íntimo entre la prenda y el sujeto que la porta, siendo una extensión de su identidad.
Como bien sabemos, la moda es cíclica, está en constante movimiento abierta a alteraciones que la hacen evolucionar. Así, la moda avanza al mismo tiempo que las épocas lo hacen y es en la vestimenta de las personas, donde se reflejan esos cambios, adaptándose a su forma de vivir. La moda busca romper antiguos esquemas y convencionalismos en una necesidad de ser más libre y real. Es precisamente en el diseño, donde encuentra tales características para rediseñar conceptos que tendrán como resultado algo nuevo que aportar a la sociedad.
Por otro lado, vestir dignamente es una necesidad primaria de todos los seres humanos; es un factor esencial para la formación de quiénes somos, cómo nos gusta ser percibidos y además, determina en muchas ocasiones, el lugar que ocupamos en la sociedad. Un ejemplo muy claro son los uniformes; que brindan información del cargo que ocupa y a qué empresa pertenece. De esta manera, la elección matutina de ropa, en la vida diaria, determina la manera en que serás percibido.
Es así, como podemos dar cuenta, de que la moda es más que las pasarelas en las principales ciudades alrededor del mundo. Recordemos que la moda punk surgió en los 70 como una declaración de rebeldía; esa necesidad de destacarse del resto en una sociedad conservadora como la británica. Por su parte, el movimiento hippie, en la costa Oeste de Estados Unidos, fue otra gran influencia de la vestimenta de la misma década, misma que propició las bases de la sustentabilidad y el reciclaje.
Pero, como todo, el lado menos agradable de la moda es cuando trasgrede la identidad estética, moldeando e imponiendo la imagen de hombres y mujeres. En estos casos, su influencia es visible cuando se nos presentan los “cuerpos ideales” a los que solo una pequeña parte de la población puede aspirar.
En este sentido, los diseñadores de moda desde luego, juegan un papel importante dentro de las prendas, provocando un desarrollo o perpetuando estigmas dentro de la industria. Así, su función, a grandes rasgos, consistiría en desarrollar nuevas maneras de crear piezas de vestir cómodas y útiles sin olvidar su parte creativa.
Cuando nos preparamos para salir a una fiesta o reunión importante, lo hacemos para vernos y sentirnos bien, elegimos el color, el ajuste que tendrá la camisa o chamarra en nuestra espalda; también nos fijamos en el largo de los pantalones, los zapatos limpios y que combinen con el outfit elegido. Queremos que cada cosa esté en su lugar para evitar desperfectos que nos hagan sentir incómodos. E ahí entonces, el significado de la moda, el cual tiene un alcance mayor al que creemos que se halla solo en un mundo “inalcanzable”.
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