Jorge Antonio Guerrero: la poesía y el control

Jorge Antonio Guerrero fotografiado por Jesús Soto. Maquillaje: Emilio Becerril. Pelo: Octavio León. Estilismo: Nayeli de Alba.

Jorge Antonio Guerrero también debutó cinematográficamente en Roma: la película fue su primera interacción ante las cámaras (Luis Miguel, la serie, la segunda) y el proceso de filmación, dentro del contexto megaproducción-guión secreto-película personal de Alfonso Cuarón, fue un punto de encuentro entre todo lo que él sabía sobre las artes performativas, lo que aprendió durante y su entrenamiento marcial, aplicados para el greater good mediático subsecuente que hemos vivido todos a través de estos meses. Jorge habla con nosotros de su preparación y lo que implicaba estar en ese contexto, siempre en el presente.

Alejandro Peregrina: Jorge Antonio, quiero escuchar tu versión de todo este proceso secretivo de casting y filmación. Sé que esta fue tu primera actuación ante cámaras.

Jorge Antonio: Fue un proceso largo, sí había una calidad de secrecía y discreción durante todo el proceso que ayudó mucho por la invitación de Alfonso, que prácticamente fue hacer esto sin saber el curso narrativo del personaje. Eso invita a que te dejes sorprender por lo que va pasando y por el ritmo cronológico de la película. Personalmente lo que me gusta del arte interpretativo es que no sabes qué es lo que va a pasar, tú haces un acercamiento a tu personaje, pero siempre cuando llegas al set, hay algo que puede cambiar. Digamos que fue la misma invitación que eso te hace, pero a un nivel exponencial muy alto.

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Traje y camisa: Dolce & Gabbana, Bolsa: Downtown/CENTRO

AP: ¿Intimidante? ¿Durante el proceso sentías este nivel de afectación por lo que se convertiría Roma eventualmente?
JA: Sí, en especial porque fue mi primera película; había hecho teatro y poesía en voz alta; había una calidad escénica en todo el proceso por el nivel de disciplina y precisión que requería la producción y a las que nos empujaba Alfonso. En ese sentido, yo iba encontrando similitudes que ayudaban a mi proceso, pero fue desafiante en especial en el nivel emotivo-afectivo.
AP: ¿Qué te hizo?
JA: Se van apareciendo cosas en el momento, en mi caso fue identidad familiar por parte de mi padre y de mi madre. Reconocí a mis dos abuelos militares y algo se va amalgamando ahí que, si bien estás en esta disposición de dejarte sorprender, no deja de ser desafiante porque esas afectaciones van saliendo en el momento en el set.

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Gabardina y pantalón: The Pack. Camisa: Hugo Boss. Botas: Calvin Klein Jeans.

AP: Apenas descubrí que, incluso cuando les dosificaban el guión, de todos modos había circunstancias en las que no sabían qué pasaría hasta que estaban grabando. Un ejemplo que me gusta mucho es la escena de la tienda de muebles en que entras armado, amenazante, en la última escena en que te vemos en la película y no sabían, ni tú, ni Yalitza, que estarían ahí sus personajes. ¿O tú sí sabías?
JA: No. Sabía que ese era el final narrativo de Fermín e intuía cómo iba a suceder, pero cuando llegué ahí y me platicó Alfonso, reconocí su genio y su maestría inmediatamente. Por ejemplo, en la mueblería, para mí fue tan impactante ver a Yali ahí, porque es tan imponente, que las primeras tomas lloré. Alfonso no me dijo nada, si a caso que caminara más lento en la siguiente, pero entonces yo ya sabía con qué me iba a encontrar.

AP: ¿Qué indicaciones te quedas para ti, para el futuro, que aprendiste en este set?
JA: Desde indicaciones muy técnicas o de cómo caminar. Te cuento una muy memorable: estábamos haciendo una escena y llevábamos como seis tomas y Alfonso estaba con esta entrega y esta energía, de repente está buscando algo y pregunta ‘¡¿dónde está Jorge Antonio?!’ Me ve, se acerca y con una determinación muy clara, se me queda viendo y me dice ‘Tú ya sabes qué pedo. Prevenido.’ Eso hace que uno se identifique más con el proyecto porque supe lo que se estaba jugando él también porque todos íbamos cambiando mientras el proyecto avanzaba.

AP: Roma me suena a un gran salto de confianza por absolutamente todos los involucrados…
JA: Total, y lo hace mucho más intimidante. Para mi personaje ayudó mucho hacer kendo, hacer aikido, porque son meditación en movimiento, que tuvo mucho que ver conmigo para ayudarme a conocer a Fermín. Esos elementos me ayudaban para ir eliminando estrés también, porque recuerdo que una vez sólo me dijeron ‘vamos a grabar algo en un hotel’, pero no me dijeron qué y algo que me enseñaron esas artes es que cuando no sabes con qué te vas a enfrentar, entrenas más.

Abajo: Gabardina y camisa: Fendi. Cinturón: NDA. Botas: OUTOFCOMFORT. Falda: Sánchez-Kane.
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Jorge Antonio me dice que su pragmatismo viene de la herencia de las artes marciales, en especial del zen y la corriente taoista de China. Le digo que las tradiciones chinas son posiblemente las más largas-no interrumpidas de la humanidad y me dice que ese sentido de herencia y tradición redondearon el regalo que para él fue la producción y le dieron sincronía a sus dos facetas. Para rematar le pido que me hable de la poesía. Jorge y yo estábamos sentados en el área para fumar del estudio, que da justo a la fachada y terraza de la casa del otro lado de la banqueta y Jorge Antonio, más apreciativo de su entorno, me habla de esa poesía:
JA: No sé si te diste cuenta, ¿pero ya viste quién está sentado ahí? Nos sentamos aquí y lo veo con toda tranquilidad sentado también frente a nosotros -Jorge Antonio me tiene que explicar, por mi astigmatismo, que hay una escultura de Buda en la casa de enfrente- y la poesía tiene que ver con eso, con un momento no premeditado que, con la palabra o un movimiento o un gesto, podemos hacer algo sinceramente comunicativo que pueda identificarnos más.

AP: Para mí, en estos momentos, lo que te identifica es un sentido de las emociones versus el control.
JA: Esa es una lectura… Es más como que sabes que estás caminando a algún punto, pero con una disposición de dejarte ir; eso es un acto poético. Por ejemplo, Alfonso me indicaba que me moviera a la derecha de la cámara pero tenía que remarcarme ‘con poesía, con poesía’ y me encantaba. Eso me quedo.

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Arriba: Traje: Ermenegildo Zegna. Camisa: Paloma Lira. Tenis: Fendi. Bolso: Downtown. Joyería: Varon.