La evolución del tracksuit: el uniforme deportivo que ahora es símbolo de elegancia

El tracksuit fue creado en 1919 por Thayaht: un artista italiano extremadamente ecléctico e innovador miembro del futurismo (el movimiento artístico obsesionado con la tecnología y la velocidad), una corriente vanguardista que buscaba liberarse de las convenciones artísticas del pasado. El trabajo de Thayaht destaca por líneas y formas sintéticas que expresan elegancia a través de la precisión de su geometría. En 1918, el artista se reúne con la diseñadora francesa Madeleine Vionnet (contemporánea de Elsa Schiaparelli, Coco Chanel y Jeanne Lanvin) y crea, para ella, prendas con combinaciones cromáticas y geométricas que influirían notablemente la moda francesa y europea durante esos años. 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Vogue (@voguemagazine)

A pesar de no haber tenido una formación en técnicas de confección, Thayaht pudo robarse algunos trucos del  taller de Madeleine Vionnet y un año después, junto con su hermano, inventa el tracksuit: un enterizo con bolsillos y cinturón, fácil de fabricar y  de bajo costo en oposición a la suntuosidad de la moda burguesa de la época. Aunque el invento de los hermanos no tuvo el mejor de los recibimientos como ropa de uso diario, sí fungió como una prenda protectora para el mundo laboral, en particular de la industria metalúrgica, donde hasta la fecha podemos seguir viendo esos trajes azules que protegen a quienes los usan del calor o el fuego. 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de What Miuccia wore (@whatmiuccia)

Era preciso hacer esta breve retrospectiva sobre el origen del tracksuit para no reducirlo únicamente a lo que le ha sucedido en los últimos 40 años en Estados Unidos, a pesar de que fue allí su época de mayor apogeo, revelaría poco o nada sobre el motivo de su creación si hubiésemos partido meramente de los aficionados del hip-hop y del breakdance que fueron quienes lo han popularizado. Esto no significa que tal hecho sea menos importante, sin embargo entorpecería y sesgaría el entendimiento y la comprensión del porqué en la actualidad se asegura que esta pieza ha obtenido una connotación mucho más sofisticada.

En la gala del MET de 2016, la temática fue La moda en la era de la tecnología, se esperaba que los asistentes respondieran a este concepto de manera que pudieran adoptar un atuendo y una apariencia que mostrara el gran desarrollo de la tecnología a través de técnicas de confección. Aún cuando muchos parecían intentarlo, atrapados en el cliché, tullidos por el grito y los flashes de los paparazzi, perdidos en la pose y en la perfección inspirada en el pasado, ninguno logró ver con claridad de lo que tratan los años venideros. Sin apenas generar ruido, apareció Miuccia Prada vistiendo un tracksuit (quizá la única que entendió todo).

Quién encuentre paralelismos con la polémica que Miuccia Prada generó a principios de los años 80, cuando recién heredó la firma de su abuelo, no está totalmente errado. En ese entonces, Miuccia decidió introducir una mochila de Nylon que escandalizó al mundo de la moda, desafiando a la propia marca y a su idea conservadora del lujo. El Nylon ligero e impermeable con el que se confeccionaban las tiendas de campaña de los militares; resultó ser un indiscutible acierto y se convirtió en el símbolo del enfoque subversivo del refinamiento de Miuccia.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Prada (@prada)

De esos eventos ya pasaron 40 años, por más incierto que resulte ser el futuro y para quienes pensamos que no había cosa más informal y fuera de contexto que una prenda deportiva, en realidad caímos en cuenta que la señora Prada ha vuelto a plantear una modificación de patrón, esta vez en el formato red carpet. Recordaremos que a la diseñadora italiana también se le ha unido Timothée Chalamet en los Oscar de este año: “Una especie de esmoquin- chándal” “El chándal de vestir más sofisticado jamás visto” así lo definió la prensa. Y ya para dejar claro que esto no es mero un artilugio de Prada (a sabiendas de que muchos podrían rechazar esta idea) es que, el señor Kim Jones en la colección Otoño/Invierno 2020 de Dior, también ha sugerido que el tracksuit podría estar a la altura de las piezas más refinadas del guardarropa masculino, siempre y cuando su confección y materiales también sean lujosos.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Dior Official (@dior)

Los ecos entre el artista italiano Thayant y Miuccia Prada se vuelven cada vez más ensordecedores. Ambos contradijeron los ideales más rancios del conservadurismo y sus reglas de moda. Pareciera que otra vez somos testigos del desmoronamiento de los rígidos códigos de nuestros abuelos y a medida que el streetwear se alza como la nueva elegancia, podemos ir fantaseando con un futuro más ligero.

Post a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.