Los Fiascos Más Comunes al Llevar un Traje y Cómo Arreglarlos

Entre las beatificadas creencias y santificados dogmas que rigen la fastuosidad límpida del menswear, hay feligreses que suelen profanar el benevolente tailoring, con decisiones sumamente pecaminosas y diabólicas. Entre la revolucionaria masculinidad, sujeta a amotinarse con trajes seriamente atroces, presumen su disque buen gusto, al adquirir un modelo exageradamente costoso, sin razonar en lo horripilante que se ve su imagen, al no atender ciertos detalles esenciales y dejarse llevar por la trivialidad. 

Puede que la ilusoria estética, rígidamente a la medida, produzca errores y malos hábitos, ostentando calamitosas faltas, aunque se puede aprender de los fracasos y tergiversar su apariencia, con estos vitales, minuciosos consejos. Eso sí, el viejo tradicionalismo, evoluciona y realza con una calidez ejecutada artesanalmente la silueta humana, mediante la impecable vastedad del tailoring. 

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¡Ni Apretada Ni Chica!

Uno de los problemas más graves y habituales en la sastrería, son las proporciones de una chaqueta. Actualmente, se ha generado un lineamiento inspirado en la gallardía desenfrenada, opulenta y corporativa de los 70s, al introducir conjuntos severamente airosos y no tan estructurados. Esa ligereza es armónicamente objetiva, debido a que las hombreras alardean una poderosa consistencia en elevar la figura varonil. Se cuida el vigor, milimétricamente. 

Saint Laurent Fall 2024

Una adecuada chaqueta no debe lucir apretada ni pequeña. Debe existir un abotonado sin tirones ni arrugas, permitiendo que las solapas no se arqueen fuera de la zona ejecutada. Es vital cuidar la longitud de las mangas, terminando su rectitud por encima del hueso de la muñeca, permitiendo una íntegra lisura.  

Es mejor optar por la comodidad, dispensando el movimiento. Un buen traje se notará por su uniformidad ligeramente vaporosa. Prevé acentuar los músculos, eso no beneficia, si quieres conseguir formalidad. No abroches todos los botones. Ese fetiche o peculiaridad, exclama que es necesario dejar el último botón de la parte inferior, desabrochado. 

Pantalones desabridos

No estás usando jeans ni cargo pants, te estás disolviendo en una zona fortuitamente exquisita. No trates de estilizarlos debajo de la cintura, es preferible ajustarlos por encima de los huesos de la cadera, con una naturalidad uniforme, sin oprimir muslos, pantorrillas y el trasero, dejando un estrechamiento diligente, posibilitando una fluidez jadeante.   

El largo no debe rebasar los zapatos. Es admisible que los toque con sutileza, pero si están arriba del tobillo, evita tal tontería infantil. La dimensión permitida abarca dentro de 2 – 4 cm, sino se ejecuta correctamente, te hace ver bajo y desaliñado.  

Celine Fall 2019

Camisas dignamente equilibradas

Si planeas acarrear una corbata, ten la noción de que el cuello oculte el nudo, que no se salga de la borde y se acomode, suavemente. Un diseño alto, tenuemente ancho y rígido, ayuda a perfeccionarlo. Evita que sus puntas, no alcancen la solapa o si queden cortas, posicionándolas por debajo. Si el cuello luce apretado o fatalmente suelto, el resto seguirá tal patrón – dictando la generalidad proporcionada.    

Una camisa debería ser apropiadamente holgada y clásica.  

The Row Fall 2023

Accesorios idealistas 

Si deseas agregar gemelos, excelente. No son tan vitales, ya que la mayoría de las camisas tienen puños abotonados. Si quieres elevar tu traje, mejor busca un cinturón fino, diferente, con textura que incluya una hebilla cautivadora e interesante, pero no exagerada ni tan dramática.  

Una oportuna corbata no debe ser ni ancha ni delgada, esquivando nudos gruesos e incómodos. Los zapatos, considera el estilo, material y color. Invierte en un par solidificado y austero, sin desorbitar con un modelo severamente aparatoso con cordones inadecuados. La discreción en el calzado, es básica en el dandismo. Un pañuelo sobrecarga la aura, sin embargo, indaga en un diseño, perspicaz y leve, metiéndolo en el bolsillo.