Algo llamativo y singular de las micro-tendencias estéticas como los rodent hot men, es que la belleza traviesa de aquellos jóvenes, genera cierta fascinación. Sus atípicos rasgos y extremidades han contrarrestado la musculatura fornida y depredadora que reina en Hollywood.
Digamos que esa necesidad de mostrar tipos blancos altamente robustos y vigorosos, se ha ido desvaneciendo por seres con un aspecto por seres con un aspecto ectomorfo, larguirucho, con alborotados y esponjados rizos (su característica más distintiva) y mandíbulas angulares, que perfeccionan una imagen blanda a la masculinidad, llamándolos ´noodle boys’.

El ejemplo más ilustre de este fenómeno es Timothée Chalamet. Son atractivos al poseer una guapura diferente. Sobre todo, plasman una rotunda e incondicional determinación por interpretar papeles más arriesgados, emotivos e intelectualmente vivos, atrayendo un interés y obsesión por contemplar un lado más sensible y vulnerable en los films, que hipnotizan rápidamente. Su idílica versatilidad anula la machista óptica alfa que idolatran los hombres como las franquicias beligerantes de superhéroes como Marvel. No solamente encarnan figuras devastadas y amorosas del género indie, también la rudeza gangster, aventurera y épica, la personifican de manera estupenda.
Video relacionado
¿Cómo comenzar tu colección de arte contemporáneo?
Estos galanes flacuchos y desnutridos, tienen una personalidad más relajada, sincera y linda. Mark Eydelshteyn, un ruso que presenta una alternativa suspirosa y contradictoria en ‘Anora’ como un malcriado e imbécil nepobaby. Proyectan una entrañable fuerza actoral y un carácter que muchos consideran ‘afeminado’ , pero no es así.
Estos rompecorazones cuestionan lo que supuestamente debería gustarnos, alejándonos de la frialdad viril, por algo cómodo e incondicional. Modificando el poder masculino hacia su carácter y no la fuerza bruta. “No hay una noción específica, ni talla de jeans, ni camiseta musculosa, ni afectación, ni levantamiento de ceja, ni disolución, ni consumo de drogas en el que tengas que participar para ser masculino … quién sabe por qué, pero hay un verdadero entusiasmo en nuestra generación por hacer las cosas de una nueva manera”, relataba el protagonista de Call me By Your Name a I-D Magazine.

En efecto, el apetito por galanes corpulentos sigue en pie. Todo el mundo se alboroto al observar en gigantes pancartas, el six pack membrudo de Jeremy Allen White, al salir en boxers para la campaña publicitaria de Calvin Klein, pero tal carnal erotismo es opacado por los bíceps de los hombres ‘fideo’. Con su descubrimiento, permiten que la belleza estereotipada varonil sea más espontánea, genuina y abierta a nuevos fetiches.
PUBLICAR COMENTARIO