Si algo caracteriza a Prada es su forma de mantener las cosas simples con un sabor diferente que lo vuelva único. Y eso es lo que dio para la temporada otoño/Invierno 2024 en la Semana de la Moda Masculina de Milán.
Es una afirmación simple de una necesidad humana profunda y esencial de conectarnos con el mundo que nos rodea. Los ritmos estacionales de la naturaleza, el orden natural, determinan los gestos dentro de las prendas. Estas prendas, a su vez, reflejan y reaccionan a su entorno, a estos ambientes dispares y distintos, interiores y exteriores.
Llamada Human Nature, la colección se trata sobre algo básico, pero no por básico aburrido, sino esencial como la naturaleza y el instirnto humano de vida, ese instinto emocional de permanecer apegado a algo que conocemos, los ciclos de la naturaleza.
Bajo las notas de la misma marca, la colección masculina presentada el pasado domingo, es un mundo con estaciones, con clima, sin una realidad artificial. De una forma poética y romántica, estas prendas reflejan la idea del medio ambiente y de las estaciones que proyectan una sensación de estar al aire libre, de la actualidad de la naturaleza y una expresión directa del deseo de salir, de experimentar el mundo.
De hecho, el espacio elegido para la colección estuvo ambientado de nueva cuenta por AMO, que forma parte del estudio de arquitectura holandés OMA, para crear una escenografía de primer nivel apegada al concepto de Miuccia Prada y Raf Simons. Para esta ocasión, AMO creó una escenografía que yuxtapone el interior de una oficina con un paisaje natural. Al demostrar la paradójica dicotomía entre estos dos mundos coexistentes, este espectáculo explora fundamentos de la humanidad, nuestros instintos naturales y nuestras necesidades emocionales.
Sobre la colección, nos queda claro que lo de vestir al hombre maduro contemporáneo les queda como anillo al dedo por su practicidad, elegancia y sencillez, pero con gusto en los detalles. Si algo se ha rehusado este dúo de diseñadores (y hay que reconocerles) es llevar a la exageración las amplias proporciones en la ropa, pues mantienen a la ropa funcional, tal y como lo describen en esta colección.
Entre lo cuestionable de las decisiones quedarían las sandalias ¿en invierno? ¿por?, si bien son una pieza básica con la que el ser humano anduvo siglos y que aún en día se preserva en pueblos y regiones del mundo, su uso en invierno parece un poco extraño.
Eso fue solamente un detalle cuestionable, porque si algo tiene esta colección es atención a los detalles simpes, como pequeños cambios de tuerca como por ejemplo en la construcción de las piezas como los beanie hat, o en las boinas, pasando por los cinturones de triangulo, (también aplicado en mochilas). Incluso en los cárdigan que con su soltura, color y estructura los hacen un básico de toda la vida que hubiéramos desechado en la adolescencia por considerarlo de abuelito.
Mover de posición un cinturón, darle una forma más geométrica, retomar la corbata ¿Quién usa corbata en 2024?, las camisas para el trabajo, privilegiar la ropa de punto, los gorros y los zapatos, y esta vibra madura es una sensación de frescura que siempre es bueno sentir, especialmente si viene de Prada. Que de hecho recuerda mucho al Prada de inicios de los dos mil con corbatas, camisas, y pantalones ajustados.
Como parte de la celebración, se celebró en el Restaurante Torre la cena post-show en presencia de Miuccia Prada y Raf Simons, a la que asistieron, Luca Guadagnino, Jake Gyllenhaal, Vinnie Hacker, Kelvin Harrison Jr., Damson Idris, Karina, Jaewook Lee, Mahmood, Manu Rios, Kentaro Sakaguchi, Riccardo Scamarcio, Troye Sivan, LaKeith Stanfield, entre otros.
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