En medio del caos y la tragedia política que sacude al mundo, es oportuno admirar la supervivencia del romance con una espléndida boda.
La unión entre dos individuos que juraron amarse eternamente en una ceremonia nupcial, tal regocijo eclesiastico que centellea en la iglesia luterana de St. Paul German, dio paso a un inolvidable fashion show.
Tanner Fletcher se encargó de recibir la atención de todo el coro angelical al organizar y reconocer que esta institución divina merece estar al alcance de todos, sin excepción alguna. Ese sueño terrenal únicamente merecedor a la heterosexualidad, su mensaje de inclusión y resistencia es santificado con este cambio de paradigma, que abre las puertas a un nuevo mercado con su afable hermosura.

Mientras el tradicionalismo se desvanecía, un furor se revistió en cautivadores looks envueltos en rosetas, tulle, satin y lindos moños que elevaban el aura del campanario. El alfombrado pasillo rojo se engalana con un hermoso vestido de los ‘20s color marfil con un seductivo aspecto vintage divinamente virginal como el ramo de rosas y petunias blancas que cargaba hacia el altar.

Varias parejas llevaban atractivos trajes con impregnados estampados florales, incluso entre bastidores y confesiones, la última pareja oficialmente unió sus vidas ante su santidad con un juego de dramáticas camisas de organza.
Todas sus creaciones son auténticas e inspiradoras, potencializando su éxito con el zeitgeist que impide que el patriarcado nos desestabilice. El resiliente glamour de Fletcher, es la clase de boyante fantasía que el espíritu necesita para creer más allá de nuestra limitada mente.
Acepto.

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