Adam Sandler: el alma de la fiesta que reavivo los Oscars

Adam Sandler es un mood. Tanto así, que su irreverente y perezoso estilo basquetbolista es un fit ‘apropiado’ para llevar a los Oscars.

Dentro de las tantas sorpresas que nos llevamos, fue agradable contemplar la genuina y cómica interacción que tuvo el actor con el presentador de esta edición, Conan O’Brien.

Llevando el atuendo preferido de los millenials: una sudadera con capucha holgada, una camisa hawaiana, pantalones cortos de baloncesto por debajo de la rodilla y estridentes sneakers — tal combinación urbana de carácter oversize, lo bautizo como el favorito de la noche.

Durante el monólogo de apertura, Conan dejó que esté fashion icon se luciera. “Adam, ¿qué llevas puesto?”, le preguntó con un pícaro sarcasmo. “Estás vestido como un tipo que juega al video póquer a las 2 a.m.”, a lo que el intérprete de ‘Son como niños’ les respondió con franqueza: : “¿Mis elegantes pantalones cortos de gimnasio y mi sudadera esponjosa te ofendieron tanto que tuviste que burlarte de mí frente a mis compañeros?”

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Su estilo que nombraremos ‘athleisure’ fue el amuleto que permitió que todo fluyera con mayor cachondeo y deshago, en un evento que aparentemente es pretencioso y eterno.

A la par de Timothée Chalamet con su traje de cuero amarillo mantequilla, que bien, era una nombre imitación al papá de Jorge el Curioso, no dejo que su espiritu bohemio le destrozara el momento, al grado de invitar a todos a un partido de baloncesto de cinco contra cinco en Veteran Park, antes de partir hacia la cancha, sin olvidar de darle la bendición al Nominado a Mejor Actor con un dulce beso en la frente. ¡Todo un papá orgulloso de su retoño!

Este irreverente momento fue solo una de las tantas pruebas de por qué Sandler sigue siendo uno de los comediantes más generosos, queridos y auténticos de Hollywood.