Adán Cruz y los Vans Hylane: dos regresos con historia (y con estilo)
Mientras los sneakers inspiran nostalgia y estilo en las calles, hay artistas que también están marcando su propio regreso —aunque, siendo honestos, nunca se fueron. Adán Cruz es uno de ellos. Rapero, compositor y figura clave del género urbano nacional, lleva más de 20 años haciendo ruido con su voz, sus letras y una historia que comenzó antes de que muchos supieran lo que era subir una canción en internet.


Hoy, con 32 años y un Teatro Metropolitan en el horizonte, Adán representa a una generación que creció entre quemadores de CD, ropa oversized y beats hechos en casa. Su carrera no es una moda reciclada: es un testimonio de cómo las bases del rap y el hip hop independiente en México también se construyeron desde una laptop, con audífonos rotos y una necesidad urgente de decir algo.

Su historia arranca en 2007, cuando se hacía llamar Adeene y comenzó a subir sus primeras canciones a MySpace. Siendo muy joven, él ya estaba grabando, produciendo y compartiendo su visión del mundo en una era en la que aún no existían los views ni los likes como medida de éxito. Después vino Sound Cloud, YouTube, y todo lo que implica mantenerse firme en una industria que siempre exige lo nuevo, pero pocas veces valora el recorrido.
En ese sentido, Adán no solo ha sobrevivido: ha evolucionado. Su sonido ha madurado, sus letras se han vuelto más personales y su base de fans, más leal. No hay hype fabricado, solo constancia. Hoy, sus canciones se distribuyen en todas las plataformas, y su próximo show en el Teatro Metropolitan el 19 de noviembre es una muestra clara de que el trabajo auténtico encuentra su espacio, incluso en los escenarios más grandes.


Al mismo tiempo, la moda sigue hablando el idioma de la nostalgia. El regreso de siluetas como los Vans Hylane, inspirados en el skate de finales de los 90 e inicios de los 2000, no es casual. Se trata de una época que dejó huella, tanto en la música como en la forma de vestir, de moverse, de crear. Y aunque no todo tiene que alinearse perfectamente, es difícil ignorar cómo ciertos códigos —las suelas gruesas, los pantalones holgados, los beats DIY— siguen teniendo vigencia en distintas escenas.

Adán y los Hylane habitan un espacio común: uno donde lo retro no es solo estética, sino también memoria. Uno donde lo que fuiste sigue latiendo en lo que eres. No se trata de vestir como antes por nostalgia, ni de hacer música “como en los viejos tiempos” —se trata de entender de dónde vienes para caminar con más fuerza hacia adelante.
Este verano, Vans propone un sneaker con personalidad clara: el Hylane regresa en nuevos colorways como el negro en piel vegana y el duster blue en gamuza, ambos con detalles que evocan el espíritu Y2K sin caer en clichés. Diseñado para quienes mezclan épocas sin miedo, es un básico que encaja con cualquier estilo, desde lo más relajado hasta lo más estructurado. Una silueta para caminar, patinar, salir o simplemente verse bien con cero esfuerzo.


Y mientras eso pasa en las calles, en los escenarios hay nombres como el de Adán Cruz, recordándonos que lo importante no es adaptarse a cada tendencia, sino tener una voz que resista el paso del tiempo. Su presentación en el Metropolitan será un punto de quiebre, pero también un acto de continuidad: el capítulo más reciente de una historia que se sigue escribiendo desde hace más de dos décadas.

Así como hay sneakers que regresan para convertirse en favoritos otra vez, hay artistas que confirman —una y otra vez— por qué nunca dejaron de estar. Adán es uno de ellos.



Emirg
Smn yo soy