Los lugares tóxicos nunca faltan y como en toda industria, en la moda, llega a haber desacuerdos. Algunos más polémicos y que incluyen a más de una persona. Tal es el caso de tres de las figuras más importantes de la moda: Azzedine Alaia vs Karl Lagerfeld y Anna Wintour. Como dijera el dicho popular: “Hasta en las mejores familias”.
Azzedine Alaia y Karl Lagerfeld
“No me gusta su moda, su espíritu, su actitud”, dijo en una ocasión Alaia sobre Lagerfeld. “Es demasiada caricatura. Karl Lagerfeld nunca tocó unas tijeras en su vida. Eso no significa que no sea genial, pero es parte de otro sistema. Tiene capacidad. Un día hace fotografía, al siguiente hace publicidad para Coca-Cola. Preferiría morir antes que ver mi cara en un anuncio de autos. No hacemos el mismo trabajo. Y creo que no les está haciendo un favor a los jóvenes estilistas que podrían pensar que funciona de esa manera. Van a caer antes de que se jubilen.”
Azzedine Alaïa, falleció en noviembre del 2017, y su legado prevalece, llegando a ser conocido como un genio de la moda que se negó a ser esclavo del sistema para ser libre, desafiando a muchos por el camino, sí así como Anna Wintour y Lagerfeld
Aquel hombre al que Naomi Campbell llamó papá durante años, y lo definió como “el diseñador de los diseñadores, un hombre único en el mundo”, fue un creativo que en vida, reivindicó sobre el crecimiento excesivo de las empresas y la deshumanización de la moda.
Grace Coddington, directora creativa de Vogue, dijo el día de su muerte: “Tal vez fue el único diseñador capaz de coser meticulosamente un vestido de principio a fin; todos lo hemos visto hacerlo, trabajando en su atelier hasta las primeras horas de la mañana. Tal dedicación. Una pérdida muy grande.”
En el libro Kaiser Karl “The life of Karl Lagerfeld” de Raphaëlle Bacqué, señala que el Sr. Alaïa era “un diseñador que a Karl no le gustaba mucho”. Si bien, su relación con Lagerfeld no aparece en “Tomando el tiempo”, Alaïa dijo a los periodistas, que él tampoco era un fanático y calificó a Lagerfeld como “demasiado caricaturesco”.
Y es que eran dos diseñadores que contrastaban con su perspectiva de la moda. Por un lado, Lagerfeld representó al diseñador del futuro: multitarea, colaborativo, una celebridad. Y con mucho gusto, alimentó el ciclo vertiginoso del consumo. Por otro, Alaïa era de la vieja escuela: Un cortesano, un artista extasiado y curioso que exaltaba la originalidad, que solo quería más tiempo para expresarla, para romper el ciclo.
¿Qué ocurrió con Wintour?
Con una visión anti-farándula y lejos del ojo público, así como la producción acelerada de diseños; ambas personalidades de la moda, tuvieron su primera diferencia en 2009, después de que el trabajo del diseñador no se incluyera en la exhibición Model As Muse del MET, que Wintour había organizado.
En consecuencia, Alaia sacó los vestidos que había diseñado, para que varias supermodelos los usaran en el Met Ball de la exhibición, incluido un look diseñado para Naomi Campbell, quien luego se negó a asistir a la fiesta, a menos que se incluyera el trabajo de Azzedine.
Las declaraciones que acompañaron sus acciones dejaron en claro que él no estaba en el mundo para complacer a nadie. Su libertad creativa siempre fue más importante. “Anna maneja muy bien el negocio Vogue, pero no la parte de la moda.”
Además, y no conforme, dijo: “Cuando veo cómo está vestida, no creo ni un segundo en sus gustos”, dijo a la revista Virgine. “¡Puedo decirlo en voz alta! No ha fotografiado mi trabajo en años, incluso si soy un éxito de ventas en Estados Unidos, y tengo 140 metros cuadrados en Barneys. Las mujeres estadounidenses me aman; no necesito su apoyo en absoluto. Anna Wintour no se ocupa de las imágenes; solo está haciendo relaciones públicas y negocios; y asusta a todos. Pero cuando me ve, ella es la asustada.”
Sin duda alguna, un hombre como nadie, más seguro de si mismo, su trabajo y lo que representa para él.
Referencias
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