Revivir especies extintas, ha sido una meta o una ¿ambición? del ser humano que ha insistido renuentemente en conseguir y al parecer, lo logró. Colossal Biosciences ha desextinto al lobo terrible.
Tal esmero científico dio como resultado el nacimiento de tres adorables lobos: dos machos de 6 meses llamados “Rómulo y Remo” y una hembra de 2 meses apodada “Khaleesi”.
Este hito marca un trabajo de varios años y la portada de Time. El lobo terrible que lleva más de 10,000 años dormido, fue recuperado gracias a un equipo de científicos que extrajo su ADN de fósiles de un diente que se cree tiene unos 13.000 años y de un cráneo con una antigüedad estimada de más de 70.000 años en Idaho.
Utilizando las células editadas del lobo gris (su pariente más cercano) pudieron alterar su genoma para que ‘Terrible’ fuera más grande, esponjado y claro. Posteriormente, crearon 45 embriones y los implantaron en dos perros; solo dos, de cada uno, llegaron a término y esperaron a que dieran a luz.
“Este logro es el resultado de años de ciencia pionera, innovación y dedicación inquebrantable” fanfarronea Colossal en un post lanzado en redes sociales. “Al lograrlo, seguimos impulsando nuestra misión: aceptar el deber de la humanidad de restaurar la Tierra a un estado más saludable”.
Iniciando con proyectos dedicados al resurgimiento de mamuts lanudos y el dodo (aquel pajarito terrestre que luchaba por una sandía) la tarea fue algo intrincada y difícil de ejecutar para identificar las mutaciones clave que diferencian a las especies extintas de sus parientes vivos, optando por la reproducción de lobos terribles.

Aprovechando las investigaciones de clonación en perros, domesticar tal proyecto era más bien, crear una versión actual del lobo gris.
De acuerdo a una investigación del New York Times, los científicos aislaron la sangre de lobos y la cultivaron en una placa, buscando un modo de resucitar sus fenotipos. Al realizar la transferencia, el ADN de sus células sanguíneas fue implantado en perros grandes que sirvieron como incubadoras.
La mayoría de embriones no llegaron a desarrollarse, a excepción de cuatro, pero uno falleció a causa de una ruptura intestinal a los 10 días. Pese a esto, un frondoso destello blanco, resplandeció. Para entonces, los cachorros siguen bajo un cuidado intensivo, en un recinto fortificado al norte de Estados Unidos.
Pese al sorpresivo avance, existe el debate sobre si es correcto liberarlos en un mundo radicalmente diferente y las complejidades alimenticias que tendrían para su supervivencia, aunado a la desprotección que sufren sus parientes contemporáneos.
‘Terrible’ no es una mascota ni animal domesticable, esta criatura del Pleistoceno no busca romantizar o evocar nostalgia infantil, se desea aplicar la biotecnología recabada para socorrer a especies en peligro crítico; evitar su desaparición y llenar un vacío ecológico … hasta que un maniático crea que un trofeo de caza o les imponga exagerados aranceles como a sus vecinos de la Antártica.
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