“El arte de vestir playero”.

Cuando los diseñadores aluden a refrescar la piel humana, mayormente, se inclinan a usar materiales extremadamente ligeros y humildes, pero Véronique Nichanian ha optado elevar la vestimenta que adora el sol y la arena, en algo más “poético y “gentil” – tal como ella describe esta colección.

Esta sentimentalista perspectiva, otorgo una brillante y dulce ligereza que fácilmente se desliza entre los memorables atardeceres, que regalan aquellos horizontes infinitos. Esa sensibilidad en interpretada en conjuntos que elegantemente, se adaptan a la intensidad del calor, con una optima apertura y demostración del cuerpo, al desbotonar unos chalecos bondage y airosas camisas, de una manera más liberal al ajustarlos con pantalones anchos que le otorgaban brisa a las muñecas de los piernas.

La historia que trataba de relatar se colorea en tonalidades pasteles, manipulando sus significados hacia una informalidad costera, añadiendo valerosas combinaciones de azul, gris, negro y rosa, en una símetria que no pareciera tan lineal. Creo que los caballos de Hermés, han alcanzado un punto, en el que son más libres de trotar en paisajes – solo observemos el ingenuo detalle de colocar estampados de selváticas flores, que le daban una vibra tenue, que le balanceaban aquellos tradicionales blazers.

Continuando por darle un pizca de sensualidad al guardarropa masculino, Nichanian pintó tatuajes de arneses y caballos, en distintas partes del cuerpo (usualmente, son las que más se refrescan en verano), acertando en la imagen de un desenfado y saleroso estilo de vida que anhela implantar en el ADN de la maison. 

Esa familiar seriedad de Hérmes, acostumbrada a una prominente sofisticación, es llevada a un lado más divertido y vagamente, erótico de usar.

PUBLICAR COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.