Ni los vientos despiadados y sinuosos que azotan el 75.º Festival Internacional de Cine de Berlín, pudieron impedir que el vello facial de Jacob Elordi se desvaneciera. Aquella frondoso barba tupida que alborotó Marruecos, ha desaparecido para estrenar su más atrevida transformación capilar, al acentuar unas frondosas y salvajes patillas tan hacendadas del siglo XVII.  

Tomando con mayor rigor y seriedad histórica su papel en Wuthering Heights, encarnando un aspecto prodigiosamente histórico y melancólico, sus rasposa peludez se mantiene larga y despeinada, misma que llega hasta su mandíbula, dirás con perturbación que es algún doble de Lincoln, pero tan descabellada comparación, retumba como la suavidad acondicionara de la cabellera ‘60s que lució al interpretar a Elvis Presley en Priscilla. 

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Mientras se proyectaba The Narrow Road to the Deep North, otro film en el que estuvo involucrado, en donde interpreta a un un oficial médico australiano que se convierte en prisionero de guerra japonés durante la Segunda Guerra Mundial, fijamente, este apasionada y entusiasta valerosidad, es derretidora. 

Con su actual corte ‘mod’ lleno de airosidad retro, combina perfectamente con sus patillas hiper-vellosa y es un exquisito y halagador complemento, que ni la afeitadora tratará de eliminarlos, asimismo, se acopla al movimiento y dinamismo del pelo.

Tal revoloteo estético nos tiene tan obsesionados como verle puesto aquellos lustrosos Tabi de Maison Margiela.

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