Posiblemente Hannibal se encuentre en Dubai, saboreando la refinada exquisitez de aquel idílico resort. Un disparate que, sin embargo, tendría sentido si consideramos que es embajador de Zegna.
El enigmático actor Mads Mikkelsen tuvo la oportunidad de presenciar la lujosa espectacularidad de la firma en tierras árabes. Alejado del bullicioso y adentrándose en la tranquilidad del Oasi, nos envolvió con la grandiosidad que respalda su imponente carrera actoral.
Minutos antes de que el cántico del viento marcará el inicio del desfile, conversamos con Mikkelsen sobre la influencia de Zegna en su estilo, cómo algunos de los personajes más maniáticos que ha interpretado han influido —o no— en su visión intrapersonal y qué planes a futuro añora realizar.

Juan Pablo (JP): ¿Cuánto tiempo llevan aquí?
Mads Mikkelsen (MM): Llegamos el lunes. ¿Hoy es miércoles? Sí, creo que es miércoles.
JP: ¿Y qué tal les ha ido?
MM: ¡Mucho calor!
JP: ¡Demasiado! Vengo de México…
MM: Nosotros también venimos de México. Estuvimos ahí hace unos diez días.
JP: ¿Y cómo les fue?
MM: Nada caluroso, en realidad. El clima estuvo bien.
JP: ¿Verdad?
MM: Sí, pero esto es completamente distinto.
JP: En Ciudad de México está lloviendo. Muchos creen que por venir de ahí estoy acostumbrado al calor… pero esto es otro tipo de calor, completamente diferente.
MM: Ayer me metí al mar.
JP: ¡El agua parecía un hot tub, no?
MM: Completamente. Pero me gustó. Hasta ahora me ha gustado mucho.
JP: A mí también.
MM: Aún no he visto gran cosa, pero mañana saldré a explorar. No caminaré mucho, pero espero recorrer un poco en coche y conocer algunos lugares.
JP: ¡No olvides ponerte bloqueador! Bueno, tengo algunas preguntas. Has interpretado varios personajes intimidantes: un villano en una película de James Bond, un científico nazi, un caníbal… ¿Qué crees que ven en ti los directores de casting para asociarte con ese tipo de personajes tan amenazantes y con tan buen estilo?
MM: Supongo que simplemente ven a un psicópata, jaja. No sé exactamente qué ven. Cada director tiene una perspectiva diferente. A veces he interpretado personajes comunes en situaciones extraordinarias, y otras veces a personas extraordinarias que crean esas situaciones. Como los villanos. Creo que fue un poco al azar. El primero que hice fue en Casino Royale, y creo que eso influenció un poco. En Estados Unidos tienden a inspirarse en lo anterior, así que después quieren que repitas un poco ese tipo de personaje. Pero he tenido suerte de que hay diferencias muy marcadas entre Hannibal, Lucifer o Le Chiffre. Son personajes muy distintos, y he tenido suerte con eso.
JP: ¿Y en la vida real te consideras una persona interesada en la moda, o más bien del tipo “ponme algo negro y ya”?
MM: Este mundo me ha acercado al estilo. Siempre he sido bastante relajado, uso lo que tengo y practico mucho deporte, así que mi estilo ha sido muy casual. Pero me gusta ese estilo relajado. A veces miro algo y pienso: “Eso no es muy yo”, pero me lo pongo y digo: “Sí, claro que sí lo es”. Así que diría que Zegna me introdujo al mundo del estilo.

JP: Hablando de Zegna, su filosofía gira en torno a materiales lujosos, herencia y artesanía. ¿Crees que eso se puede actuar o es algo con lo que simplemente se nace?
MM: Ellos lo quisieron así. Crearon todo un pequeño pueblo: tiene hospital, escuela, tres pistas de esquí. Todo fue construido por la misma gente que trabaja en Zegna. Trajeron de vuelta toda la producción. Nada se hace en India, China o Tailandia. Todo se crea localmente. Muchos hablan de hacerlo, pero pocos realmente lo hacen. Creo que por eso son tan queridos: es una familia muy orgullosa de lo que ha logrado.
JP: Y también construyen relaciones. Te llevan a… seguramente ya estuviste en Oasi, ¿no?
MM: Sí, claro.
JP: Y con los embajadores globales. Soy amigo de Alfonso Herrera, el actor mexicano, y me contó una historia sobre ti… Quería llevarte mezcales desde México, seguramente. Así que crean lazos que perduran.
MM: Es parte de su legado familiar. Y se nota en todos. Alessandro, el diseñador, por ejemplo: cuando tenía seis años vivía ahí y andaba en bicicleta soñando con trabajar algún día en la compañía. Es una historia local hermosa, donde se crea algo único.
JP: Es el primer desfile aquí en Dubái. Y en estos días he visto una mezcla entre luz y sombra, modernidad y tradición.
MM: ¿En la ciudad? No sabría decir…
JP: Hay muchos contrastes. Modernidad y tradición. ¿Eso es algo con lo que te identificas?
MM: No lo había pensado hasta que lo dijiste. En muchos aspectos soy una persona tradicional. En mi forma de ver la vida, en muchos puntos. Pero también hay otras cosas en las que no lo soy en absoluto. Así que sí, quizá soy una mezcla. Hay valores que valoro mucho y que considero universales. Me parece una locura cambiarlos. Pero hay otras cosas que sí… cámbialas, veamos qué pasa. Estoy abierto a eso.
JP: Y seguramente te diviertes más interpretando villanos, ¿no? Lo has dicho antes.
MM: Buenos o malos… si la historia es buena, yo me divierto.
JP: ¿Hay algún personaje que te gustaría interpretar próximamente? ¿Algo que aún no hayas hecho?
MM: Hay un montón de cosas que no he hecho. No tengo un “Hamlet” dentro de mí, ya se ha hecho muchas veces, no me interesa tanto. Pero el siguiente proyecto que llegue siempre se convierte en mi favorito. Siempre encuentro algo interesante en el personaje.
JP: ¡Eso está buenísimo!
MM: Quizá un día quiera interpretar a un zombi.
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