El arte es una de las formas más honestas de expresión del ser humano, ya sea cine, danza, pintura, artes plásticas y desde luego, el teatro. El proceso de construcción en cada una de las disciplinas es diverso, nunca es igual y sin embargo, el resultado siempre toca los lugares más íntimos de cada uno de los espectadores, provocando emociones, reflexiones o incluso procesos catárticos.
Como parte de una nueva etapa para la sección de arte en BADHOMBRE ,nos dimos cuenta del potencial creativo que tiene conversar con aquellas personas que están en la primera línea de las artes como: directores, actores, pintores, cantantes y todo tipo de creadores, para que nos muestren esos eslabones que no siempre vemos ni tenemos la oportunidad de conocer de cerca.
Con esto buscamos que la creatividad artística sea un punto de inicio para conocer los alcances que implica ser artista con todas sus letras y por lo tanto, humano.
Para inaugurar este nuevo enfoque hablaremos de Titanio Tecol, un monólogo original de Gonzalo Villanueva Irañeta y protagonizado por Mariano Aguirre. Una puesta en escena que como el buen teatro, tiene una basta dosis de realidad, sin ninguna pretensión de aleccionar a nadie.

Mariano Aguirre

Gonzalo Villanueva Irañeta
Pepe Sánchez, interpretado por el actor Mariano Aguirre desea vivir y dejar vivir en las estructuras sociales que se le han impuesto. El sobrenombre “Titanio Tecol” es el nombre de fantasía de trabajo sexual del personaje. Su carácter histriónico, extrovertido, sensible y con algunos rincones oscuros, están presentes a lo largo del monólogo.
La historia de su vida se rige por su relación con los secretos de su familia, con Dios y con su homosexualidad. El personaje descubrirá, desde distintas perspectivas que funden lo ficticio con lo real, lo dramático con lo documental y que develar estas relaciones misteriosas y aparentemente contradictorias lo llevará a enfrentarlas de una manera que nunca imaginó.
Ahora toca el turno de saber qué hay detrás de esta breve sinopsis y para eso, entrevistamos a Gonzalo Villanueva Irañeta y Mariano Aguirre, quienes nos dejarán entrar en sus mentes y comprender el proceso creativo.
BADHOMBRE (BH): ¿Qué fue lo que te motivó a escribir este monólogo?
Gonzalo Villanueva (GV): “Hace casi dos años venía estudiando, analizando e investigando sobre el fenómeno de las redes sociales, cómo modifica la interpersonalidad, el dialogo, la empatía, las relaciones interpersonales; cómo se ven modificadas en distintos ámbitos y contextos: la familia, la escuela, el trabajo, uno mismo en su dialogo interno; y el fenómeno de las redes sociales de la aldea global, de la democratización del conocimiento a través de Internet, que también va acompañado de fenómenos que son muy interesantes y que tienen que ver con cómo se auto percibe una persona en las redes sociales en el mundo.
Todo esto acompañado a un contexto puntual que yo elegí, que es el de la liberación sexual, aunque no es algo nuevo, pero lo que vivimos hoy es un estallido, que como todo estallido, también implica ruptura, destrozos de la realidad, de la comprensión de la realidad, de uno mismo, de la sociedad y del otro.
Todo esto me pareció que era un material muy atractivo para contar una ficción, que es Titanio Tecol. Titanio no existe, es un personaje de ficción, me basé en historias de vida, en documentales, alguna que otra noticia que leí en periódicos para construir este personaje al que llamo Titanio.
También hay mucho de autoficción. Hay un lugar donde la obra indaga en salir del closet, en el destierro que implica salir del closet y ahí yo encuentro mucho de mi biografía que decidí volcarla en la forma de una ficción”.
BH: ¿Qué fue lo que te enganchó del personaje que interpretas y cómo lo fuiste construyendo? Al ser un monólogo, no es lo mismo que tener un elenco con quien interactuar.
Mariano Aguirre (MA): “Lo que me llamó en un principio fue el cartel de la audición con un gráfico bastante fuerte. Después, leí algo para hacer la escena que mandé y después para el call back leí todo el libreto y me enganché por completo. Espectacularmente bien escrito, con mucha profundidad, con una historia muy compleja, cruda y me interesó.
Cuando me quedé con el personaje, empezar a construir a pepe fue un proceso muy rico, de mucho aprendizaje. Tuve la suerte de tener al dramaturgo enfrente que es mi director (Gonzalo) entonces se volvió un proceso que yo nunca había vivido con tanta complejidad para crear un personaje.
Y como dices, el hecho de ser monólogo hace que todo lo que pase en la obra sea alrededor de lo que está pasando adentro de la cabeza de Pepe. Esta realidad sobre ficción en la que vamos a meter al espectador está todo dentro de Pepe y para poder crear esta ficción es necesario que esté bien construido. Que yo lo tenga muy bien entendido.
Previo a montar escenas fue un trabajo de entendimiento del personaje, las lecturas del libreto, por qué dice y actúa de una forma. Toda una experiencia y de la cual estoy muy agradecido y emocionado”.
BH: ¿Cómo fue la interacción para darle forma a este proyecto?
GV: “Fue un proceso que se fue dando en la marcha, porque cuando finalmente me decidí por Mariano, yo traté de aplicar mi ‘cajita de herramientas’ como director a Mariano, no al revés; no que Mariano se adaptara a mi ‘cajita de herramientas’; a lo que yo quería hacer como director de la obra.
Traté de ser muy honesto, muy empático, de cuidarlo mucho como actor. Traté de cuidar mucho el vínculo humano, traté de fortalecer la parte humana del vínculo entre el director y un actor y acompañarlo, no tanto que me acompañara. Fui dándole los tiempos al proceso de Mariano para que le entrara a Pepe, a Titanio, para que le entrara a todas las voces.
Cuando vayan a ver Titanio se van a encontrar con un actor que hace muchos personajes y es un desafío descomunal, porque a cada personaje hay que encontrarle su complejidad, su tridimensionalidad, sino, lo que pasa en los monólogos es que uno se encuentra a un cuerpo hablando y lo que tratamos con Mariano fue lo contrario, fue conducir un cuerpo dramático en el escenario, un cuerpo que viviera estas voces”.
MA: “Una vez que empezamos a hacer el montaje fue súper interesante cómo empezó a tomar forma de una manera tan libre, la obra casi se montaba sola mientras íbamos platicando las escenas y de repente los sentimientos o las emociones se instalaban y comenzaban a salir cosas distintas. Incluso fue muy interesante que el libreto estaba en vivo mientras pasaban escenas, de repente Gonzalo me podía decir: ‘no esto ya no va’, ya no me suma a lo que está transmitiendo Pepe.
Entonces, la obra fue cambiando y creciendo conforme iban pasando los ensayos y fue algo super interesante y que nos permitió que la misma obra, el mismo personaje, fuera diciéndote quién es, qué quería ser y qué quería contar”.
BH: ¿Por qué crees que la gente se podría identificar con Pepe o con las diferentes voces que tiene tu personaje?
MA: “Yo creo que hay muchas formas de relacionarse con el personaje. La que creo es la más universal es el tema del rechazo, de cómo nos podemos sentir rechazados en distintos momentos de nuestra vida, desde la escuela, familia, pareja. Estos rechazos que va sufriendo Pepe lo van formando. Después se vuelve más específico, porque es un rechazo porque sales del closet, porque su historia familiar lo está empujado hacia otro lado.
Cuantos de nosotros no nos hemos sentido juzgados por lo que sea y te señalan, entonces nosotros mismos nos rechazamos e intentamos justificarnos ante los demás de nosotros mismos. Estas vivencias Pepe las cuenta, él mismo está pensando y reflexionando. Es algo muy humano que nos pasa a todos, el ser nosotros nuestro propio juez. Todo eso acaba siendo universal”.
BH: ¿Qué aprendizajes les ha dejado este proyecto y cuáles creen que puede adquirir la gente?
GV: “Hablar en pasado no se puede porque recién abrimos funciones. Más que de aprendizajes sería reflexión. Lo que siento como artista y teatrista, con este trabajo, es una profunda empatía, templanza para con el ser humano y con las vicisitudes que tiene la vida.
Me parece que la obra invita a la reflexión sobre los prejuicios en relación con las condenas morales, en relación con el dedo señalador. Yo te diría que la obra me ha vuelto más permeable, me ha sensibilizado un montón. Primero escribirla, pero la escritura es un proceso solitario. La cosa cambia por completo cuando uno la monta porque empieza a trabajar con la otredad, en este caso, un solo actor y desde ahí, ir viendo como Mariano se apropiaba de los materiales, de las imágenes de las emociones, me hizo comprender mucho de mi como artista, director, actor”.
MA: “Para mi, como actor, el aprendizaje ha sido inmenso, cada proyecto te enseña muchas cosas, porque se mete tanto con las emociones, se mete con un ser humano tan conflictuado, me hizo ser más empático, por más que es algo que todos intentamos o deberíamos de practicar todos los días, como no juzgar. Pero para mí, el trabajo de instalar emociones me hizo reflexionar muchísimo sobre mi vida y la vida de los demás; a no opinar y juzgar.
Y para eso es el teatro: para ponernos una historia enfrente, vivirla a través de los actores y del texto y poder entender más al ser humano, de nuestro día a día e intentar ser mejores. Ser más humanos. Todo este proceso me deja mucho más sensible y empático a los demás”.
GA: “En relación directa a lo que comenta, hay una máxima en la alquimia medieval que la podría tomar perfectamente la psicología del siglo XX y XXI, ni hablar del psicoanálisis que es la máxima Solve et Coagula que significa disolver para coagular. Y a mi me parece que esa Máxima se ajusta bastante bien al teatro, yo creo que siempre en alguna instancia vamos al teatro para disolver algo muy personal y coagularlo en otra manera: transformarlo, transmutarlo.
La sociedad está complicada, nada nuevo. El ser humano contemporáneo está pasando en términos de emocionalidad tiempos difíciles. Y me parece que ir al teatro para disolver y poner en el personaje cosas de uno y poder salir del teatro con una nueva interpretación, con una nueva mirada sobre lo que hay que disolver, sobre eso que me molestaba, que tenía, que me angustiaba, es un lugar muy bonito del arte en general.
Titanio Tecol estará presentándose en el Foro Shakespeare (Zamora 7, Condesa, CMDX) durante los sábados de febrero y miércoles de marzo en un horario de 20:30 horas. Revisa la cartelera y detalles en la página del Foro aquí.
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