La realeza siempre nos han mantenido atentos sobre la divinidad terrenal que gobierna a sus súbditos. Su vida que se hecho tan pública, constata una noble sinceridad respecto a sus ingresos. Tras la fatídica muerte de la Reina Elizabeth II y el controversial ascenso al trono del ahora coronado, Rey Carlos, sus hijos también han heredado un inmaculado patrimonio.
El heredero al trono de Gran Bretaña, el amado Príncipe William y su esposa, la Princesa de Gales, Kate Middleton, han recibido no solo el ascenso de sus títulos nobiliarios, sino, valores monetarios a su disposición. La pareja se volvió dueña del Duchy of Cornwall, una propiedad que tiene una aproximado de 135.000 acres en el suroeste de Inglaterra y con un valor aproximado de 1 billón de dólares. Cada año, el ducado recibe ingresos de alquileres residenciales y comerciales e inversiones. El Informe Anual Integrado del Ducado de Cornwall, publicó las finanzas de la propiedad, declarando que se han generado una renta de 23.6 millones de libras esterlinas, si esto lo analizamos matemáticamente, los Príncipes de Gales obtuvieron la cantidad de 30.4 millones de dólares, en su primer año de arrendatarios.
La suma total, cubre los gastos oficiales, caritativos e íntimos de la familia de William. Es importante manifestar que el Príncipe, no recibe un salario mensual o fijo. Sus anuales desembolsos son cubiertos por el Duchy of Cornwall, una propiedad creada por el Rey Edward II, en el año 1337, con el objetivo de proveer recursos financieros a los herederos de la corona.
Asimismo, William se ha coordinado y establecido una mayor participación en roles y tareas, al ser patrón oficial de la Asociación de Futbol – un título otorgado por su abuela, la Reina Elizabeth II, en 2022. Adicionalmente, se encarga del patronaje en la organización benéfica Welsh Guards Charity y la Royal Cornwall Agricultural Association y será presidente de la Victoria Cross y George Cross Association.
Sencillamente, percibimos que nada se despilfarra en las inmediaciones que avasalla la monarquía. Lamentablemente, si preguntas por la cantidad de impuestos que paga William, nunca sabremos tal vacilación.
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