Raf Simons, los highlights de 27 años de trayectoria. Música, innovación y juventud como ADN

Raf Simons se une a la lista de directores creativos que dejan el frente de importantes marcas de lujo de la moda, pero a diferencia de otros, Simons deja su marca homónima después de 27 años de trabajo. Así, desde su debut en 1995 para la pasarela de Milán, hasta su última colección Primavera/Verano 2023, presentada este otoño, momentos importantes han quedado inmortalizados para le mundo de la moda.

“Me faltan las palabras para compartir lo orgulloso que estoy de todo lo que hemos logrado. Estoy agradecido por el increíble apoyo de mi equipo, de mis colaboradores, de la prensa y los compradores, de mis amigos y familia y de nuestros devotos fans y fieles seguidores. Gracias a todos por creer en nuestra visión y por creer en mí”, dijo en un breve post de Instagram, en el cual incluyó el año 1995, año debut de la firma, así como los nombres de sus padres, Alda y Jacques junto a las palabras “memory wear”, que según la prensa especializada, es probablemente una referencia a su colección de Primavera de 2015.

Colección primavera 2023, Raf Simons.

Raf Simons (Bélgica, 1968) es considerado como un diseñador que conjuga la innovación con la historia, teniendo como referencias la música y su entorno más cercano como la familia, donde también deja espacio para la Alta Costura. Simons se graduó en diseño industrial (de ahí la inserción de volúmenes y proporciones). Luego de una temporada junto a Walter Van Beirendock , en 1995 debutó en Milán con su propia firma.

De ese momento a la actualidad, su carrera ha tenido singulares pasos como por ejemplo, su estadía como director creativo en Jil Sander, luego de la penúltima despedida de su propia marca hasta 2012, cuando la diseñadora y fundadora volvió a tomar las riendas de la dirección creativa. A eso le siguió su fichaje para Dior en sustitución de John Galliano y como director general creativo de las líneas, tanto masculinas como femeninas de Calvin Klein en 2016.

Mientras esto pasaba, su marca homónima se dividía entre las subsecuentes direcciones, la más reciente y actual en  Prada, donde Simons es codirector creativo de la firma junto con Miuccia Prada, cuya primera colección de primavera/verano vio la luz en septiembre de 2021.

Los highlights de 27 años de vida de su marca homónima tienen que ver con su capacidad de innovación y renovación de la moda masculina a través de una creatividad dinámica, atrevida, pero que sigue los parámetros dentro de lo “masculino” clásico con siluetas delgadas o largas que aluden al espíritu juvenil, lo que le hizo ganar un galardón en el Council of Fashion Designers of America, Inc. (CFDA) de 2017 al Mejor Diseñador de Moda Masculina por su firma homónima y dirección femenina para Calvin Klein de ese año.

En 1995 presentó el primer show de la marca bajo su nombre. En este, se puede apreciar una pasarela sencilla, pues los diseños de los looks son los que resaltan por encima de la luz blanca. El andar de los modelos es lento, sin una producción excesiva. Esto significó la innovación escénica en un show de moda masculina, lo que le trajo críticas positivas casi de inmediato.

A finales de los 90, Simons presentó una visión de traje ceñido totalmente juvenil, pues la ropa que presentaba en esos años, tenía fuertes influencias por las corrientes subculturales, seleccionadas de las escenas de música electrónica y punk, que demostraron ser muy influyentes en su proceso de diseño.

Dicho traje o más bien su combinación, rápidamente se convirtió en la forma dominante a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000. Al cumplir 30 años, presentó su colección de Otoño/Invierno 1998 Radioactividad (“Radioactivity”), en la que modelos con camisas rojas y corbatas negras rindieron homenaje a su adolescencia y su amor por Kraftwerk. “No tenía nada que ver con la moda, solo con la música”, dijo Simons a The New York Times Style Magazine en 2016 sobre la inspiración detrás de esos atuendos.

De hecho, los modelos parecían recién salidos de la portada de The Man-Machine, reconoce Alexander Fury en dicho medio, pues eran extremos, pero muy imitados y no solo por los diseñadores. Los estilos de Simons son anteriores a la estética Electroclash del cambio de milenio, fijada en los años 80, por unos buenos dos años. “Todos los hipsters lucirían el mismo atuendo con el cabello de Human League peinado hacia un lado en el verano de 2000″, concluye.

Por otro lado, con más de 60 looks, Black Palms, Primavera 1998, sigue siendo uno de los espectáculos más largos de Simons y uno de los más diversos. “Si bien los gráficos punk y las palmeras todavía se recuerdan hasta el día de hoy, en la mitad del espectáculo se vio un cuello en ‘V’ rosa pastel de muy buen gusto, una camiseta sin mangas con estampado de piel de serpiente arcoíris y algunos jeans cortados hasta la rodilla” rescata Steff Yotka para Vogue.

El belga Franky Claeys diseñó una serie de gráficos para la colección, sin embargo, el más famoso en la actualidad es un par de palmeras negras que el artista Jos Brands pintó en la espalda del primer modelo. “Otro dúo más tarde en la procesión vistió camisetas trompe l’oeil pintadas por Brands; una un símbolo de anarquía contra blanco, la otra el Never Mind the Bollocks de Sex Pistols” Steff Yotka.

Para su colección primavera 1999 hizo lo opuesto a sus colecciones anteriores, ya que la idea de Simons era transformar las siluetas anchas en la parte superior y delgadas de los ravers en prendas estructuradas y elegantes. Diecisiete looks en blanco y negro exploraron los elementos de los trajes y las camisas con algún gráfico geométrico o inspirado en la Bauhaus.

Steff Yotka destaca para Vogue los pantalones gris claro con pliegues inversos con un “atractivo audaz y desgarbado”; tanques de gasa de menta y chalecos con hombros en pico en camello burgués o cuero negro sucio. Los colores eran los de un restaurante de los años 50, con toques de limón lynchianos contra el gris acero y un verde musgo que “ponía los pelos de punta”.

Fear Generation, colección Primavera 2002, es tal vez la más subversiva del diseñador, pues el show se desarrolló durante un clima político inestable en todo el mundo después de los ataques de las Torres Gemelas en Nueva York. En esa ocasión, los modelos de Simons desfilaron como auténticos guerrilleros urbanos: con las caras cubiertas y granadas en las manos. Un espectáculo provocador, cuyo ambiente fue establecido por la música de Joy Division. Varios acentos de la colección hicieron referencia al trabajo del inglés, como el sublogo “F” de la banda y la portada de su álbum Unknown Pleasures. Una prueba más de su constante fijación por la música.

Para 2020 el diseñador tomó la inspiración de su natal Bélgica. En esa ocasión, rindió homenaje a R&S Records, una emblemática disquera belga fundada por Sabine Maes y Renaat Vandepapeliere en el año de 1994. La casa productora estuvo a cargo de varios discos de música electrónica, que como ya sabemos, es uno de los géneros musicales predilectos del diseñador. En esta ocasión, Raf desarrolló un estampado con el emblema del caballo inclinado de R&S.

 

Referencias

Vogue

The New York Style Magazine

L’OFFICEL México

Post a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.