De todas las casas de moda que se disputan el título de las instituciones mejor decoradas y con más buen gusto, Saint Laurent, como demuestra este nuevo establecimiento de los Campos Elíseos, está a la altura de las mejores. Por supuesto, se trata de una maison fundada por Monsieur Yves Saint Laurent, un esteta famoso por su exigente, si no un poco extra, ojo para el diseño de interiores. Todos recordamos su no tan humilde morada en la orilla izquierda (Rive Gauche), diseñada nada menos que por el icono del Art Déco Jean-Michel Frank y adornada con rarezas de Eileen Gray, Pierre Legrain y Pierre Chareau, ¿verdad?
Pues bien, este nuevo capítulo del legado Saint Laurent, dirigido hoy por el italo-belga Anthony Vaccarello, es un poco más austero, un paraíso sexy de superficies frías de hormigón, una escalera de caracol chapada en negro y escaparates minimalistas dignos de Donald Judd.
El edificio cuenta con una fachada haussmanniana restaurada, donde el sueño de Yves Saint Laurent se hace realidad. En el interior, el juego de acabados crudos y refinados se desarrolla en cuatro plantas, con enormes estanterías de mármol fijadas a las paredes de cemento y luminosos paneles de luz que se reflejan en los suelos sobrios del espacio. Una de las plantas alberga una colosal suite VIP con un espejo circular, mientras que en las demás se exponen varios sectores de la oferta de prêt-à-porter de la marca, a los que se accede a través de una escalera de madera oscura.
En particular, el vestíbulo de doble altura de la tienda alberga una escultura de luz de neón de la artista Cerith Wyn Evans, encargada por Saint Laurent, y también hay un relajante jardín privado al que sólo pueden acceder los clientes. Los muebles diseñados por Donald Judd decoran el espacio y aportan un acabado de alta gama al concepto comercial.
“Quería hacer realidad uno de los deseos de Yves Saint Laurent cuando llegó a París y dijo que quería que su nombre se escribiera con letras de fuego en los Campos Elíseos”,
Vaccarello
Siguiendo esta línea de “menos es más” que Vaccarello ha convertido en su firma sartorial en Saint Laurent, el nuevo espacio también está adornado con una gélida instalación colgante de LED de la artista conceptual Cerith Wyn Evans. ¡Très pensif! Pero no se deje engañar por esta estética tan chic. Este sigue siendo, en esencia, un lugar donde derrochar un poco de dinero en los mejores artículos de moda, con una amplia gama de ropa de mujer, ropa de hombre, joyas, calzado y accesorios dignos de inversión, ideales para pasar una tarde en el paraíso de la artesanía. Carga su Amex, compre sus cubanos Vaccarellian y diríjase al 123 de la Avenue des Champs-Élysées.
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