Hace casi 23 años Sexo, pudor y lágrimas de Antonio Serrano Argüelles cambió para siempre el panorama de lo que era posible en el cine contemporáneo mexicano. Con un cast estelar que incluyen a Cecilia Suárez, Susana Zabaleta, Jorge Salinas y Demián Bichir, la película ha resonado hasta la fecha por sus temas relacionados con la complejidad y repercusión que tienen las relaciones sentimentales y sexuales en jóvenes adultos viviendo la experiencia chilanga.
Ahora una secuela se estrena en medio de un nuevo panorama social con temas de nueva relevancia para la nueva juventud mexicana y sus inherentes sentimientos y consternaciones. Hace casi 23 años Sexo, pudor y lágrimas de Antonio Serrano Argüelles cambió para siempre el panorama de lo que era posible en el cine contemporáneo mexicano. Con un cast estelar que incluyen a Cecilia Suárez, Susana Zabaleta, Jorge Salinas y Demián Bichir, la película ha resonado hasta la fecha por sus temas relacionados con la complejidad y repercusión que tienen las relaciones sentimentales y sexuales en jóvenes adultos viviendo la experiencia chilanga.
Ahora una secuela se estrena en medio de un nuevo panorama social con temas de nueva relevancia para la nueva juventud mexicana y sus inherentes sentimientos y consternaciones. Entrevistamos a Alonso Íñiguez, director de la película y lo fotografiamos con José Ángel Bichir, uno de sus protagonistas, para conocer la nueva perspectiva de la historia:
BH: ¿Cómo se traduce una historia como Sexo, pudor y lágrimas al clima social del 2022?
Alonso: Lo que es interesante de la secuela es esto mismo. Cómo preguntas que se contestaban de cierto modo hace 20 años, hoy es necesario repensarlas y contestarlas desde otra óptica por completo. Y eso es SPyL2: las preguntas que nos hemos hecho durante décadas, sino es que siglos, pero con la mirada de un 2022 joven, contundente, inclusivo, violentado, defensor.
BH: ¿Qué temas abordados en la primera película siguen resonando ahora y/o son inherentes a la experiencia adulta contemporánea?
AÍ: Las relaciones amorosas juegan como eje central de la historia, pero en esta ocasión más amplias, y con más aristas. Ya no sólo consideramos como importantes las relaciones heterosexuales, hablamos también de la relación de amor que tiene un individuo consigo mismo, las relaciones entre generaciones, de padres e hijos, madres e hijas, etc. temas que son universales y que nos seguirán atañendo por el simple hecho de ser humanos.
BH: ¿Cuál es tu perspectiva como director siendo también actor?
AÍ: Pues creo que me da ventaja, siempre me pongo en el lugar de los actores y trato de acompañarlos cercanamente. Siempre me pregunto: qué herramientas usaría yo para crear este personaje.
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