Una deliberada contención sexual es emancipada en el nuevo thriller psicológico ‘Babygirl’. Un masoquismo que expone las ataduras que apresan ocultas tensiones laborales, en un mundo, donde el poder es alcanzado con fantasiosas relaciones; que desbordan toda clase de fechorías y un descarado cinismo marital.
Este film de A24, protagonizado por Nicole Kidman, quien interpreta a una poderosa directora ejecutiva, que pondrá en riesgo su estabilidad laboral y familiar, al embarcarse en un apasionado romance con Samuel (interpretado por Harris Dickinson), un pasante mucho más joven que ella.
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Romy, es una mujer exitosa, con una vida perfecta y un matrimonio fingidamente ideal, aunque tan rutinario estilo de vida; provoca en ella, buscar plenitud y libertad. Tal infelicidad, da rienda a una prohibida, explícita alucinación con su becario, aunque eso, la llevaría a una inminente ruina.
Vagamente coqueta en un inicio, pero obviamente es una trama que comparte secretos, verdades y una sed de lujuria carnal. Este caos por ser válidos y aceptados por otros, nos llevará a explorar una insaciable, dolorosa confusión altamente vaporosa.
Fotografía: A24
El resto del cast se conforma por Antonio Banderas, dándole vida al infiel esposo de Romy, Jacob, mientras que Sophie Wilde, encarnará a la asistente y noviecita de Samuel, misma que ronronea el obsceno secretismo de su superior. Jean Reno, se encargará de rivalizar y atenuar su poder en contra de la protagonista.
La película es dirigida por Halina Rejin. La directora hizo mención que su principal inspiración fueron los thrillers sexuales de los años 90: Basic Instinct, Fatal Attraction, 9 1/2 Weeks, Indecent Proposal. Básicamente, es un diálogo erótico, que le da un giro positivamente idealista.
Este afable sodomismo, ya se estrenó en el Festival de Cine de Venecia, aunque este íntimo, caótico escape, no tiene aún, una fecha exclusiva en cines.
Equitativamente, Babygirl, capturara aquel deseo por controlar una fiebre carnal mezclada en agonía, en el que se requiere un gigante satisfactorio orgasmo, no estrés oficinero.
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