¿Qué tienen en común un pintor del siglo XVI y la industria de la moda? En pocas palabras… mucho. La obra de Caravaggio ha sido un referente para ubicar siluetas y modelos en un periodo de la historia del que no se tienen muchas prendas físicas y a su vez, las técnicas, los colores y posiciones han servido como inspiración para casas de moda que interpretan su trabajo de una manera contemporánea.
First things first… ¿Quién fue Caravaggio?
Michelangelo Merisi da Caravaggio nació el 29 de septiembre de 1571 y fue un pintor del Barroco conocido por sus grandes obras y técnicas innovadoras. Vivió en una época donde la iglesia católica estaba en una posición vulnerable debido al crecimiento de la iglesia luterana y el arte de Caravaggio era justo lo que necesitaban: escenas religiosas dramáticas y cautivadoras que conectaran con las personas y las llevara de nuevo al catolicismo. Algo irónico considerando su vida rebelde y turbulenta con exilios, asesinatos, escapes y una sexualidad ambigua que sigue siendo tema de conversación hasta ahora.
Hay muchos elementos que podemos encontrar en las pinturas de Caravaggio, pero algunos de los más importantes serían el claroscuro, la representación de personas “comunes” y la indumentaria reflejada en sus obras.
Caravaggio y la moda del siglo XVI
Como muchas otras obras del periodo barroco, los cuadros de Caravaggio son un reflejo de la moda en el siglo XVI y XVII. La indumentaria también nos señala la clase social, el contexto o la percepción de la persona representada a través de los ojos del pintor.
Santa Catalina: Los colores adecuados
El cuadro de Santa Catalina es el ejemplo perfecto de lo importante que eran los códigos de vestir en esa época. Caravaggio empezó esta obra por orden del cardenal Francesco María del Monte. Al ser un encargo para la iglesia católica, significaba una oportunidad para usar los mejores materiales, ya que el presupuesto no era un problema, pero también indicaba que la dirección de la obra y la autorización de esta dependía del cardenal.
Al principio, Caravaggio pintó el vestido de Santa Catalina de rojo, pero después lo cubrió con un color más sombrío, que es el que vemos en el cuadro final. El cambio de color podría deberse a las exigencias del cardenal. El rojo era muy llamativo y no era propio de un cuadro religioso representando a una santa. Hoy en día, los colores en el código de vestir son bastante flexibles, pero en aquel tiempo, un simple rojo podía significar la aceptación o el rechazo de la obra. El resultado final en la indumentaria y la combinación de tonos azules y violetas son también un reflejo de lo que era la moda en el norte de Italia.
Aunque a primera vista el vestido se ve algo sencillo, los detalles del bordado dorado nos muestran prendas propias de una joven noble que portaba telas delicadas, haciendo referencia a su origen en una familia de alta sociedad.
Jugadores de cartas y La Vocación de San Mateo. Patrones y estampados.
En estos dos cuadros de Caravaggio, podemos observar telas de la época, los colores y patrones presentes en ellas; textiles damasco, terciopelo, siluetas españolas y tejidos ricos que eran reflejo de los textiles producidos en Italia en el siglo XVI y XVII.
Para tener una idea de cómo se verían estas telas en la vida real, podemos observar la colección de la Diócesis de Novara que estuvo en display para el Museo de la Orden de San Juan como parte de una exhibición sobre Caravaggio y las telas, así como prendas encontradas en su obra.
Alof de Wignacourt. Armaduras del siglo XVI-XVII
Uno de los cuadros más interesantes de Caravaggio es el retrato de Alof de Wignacourt, el gran maestre de la Orden de Malta. La armadura que usa en el cuadro la podemos encontrar actualmente en el Palacio del Gran Maestre en Malta y es una oportunidad única para observar la vestidura original y el cuadro en el que está representada a siglos de la creación de la pintura. Es también el claro ejemplo del realismo con el que pintaba Caravaggio, la atención al detalle y el drama que agregaba a sus obras.
Caravaggio como inspiración para la moda actual
El legado del arte del pintor italiano está presente en las casas de moda más reconocidas. El drama, el color y las siluetas son elementos que los diseñadores buscan integrar a sus colecciones.
DIOR
Los looks diseñados por Maria Grazia Chiuri para la colección Primavera-Verano 2021, fueron presentados en una serie de fotografías inspiradas en el claroscuro de Caravaggio.
OFF WHITE
Prendas básicas con obras del artista para la marca de Virgil Abloh.
FENDI
Fendi ha sido una parte importante para la exhibición de varias piezas de Caravaggio. En 2017, la casa de moda ayudó a trasladar, de Roma a Los Ángeles, tres obras del pintor italiano que fueron exhibidas en el Getty Center. Asimismo, ayudo a financiar investigaciones sobre el trabajo del pintor en Galleria Borghese.
En el evento de inauguración en California, le preguntaron al CEO de Fendi, Pietro Beccari (que ahora es CEO de Christian Dior Couture), ¿Cómo Caravaggio ayudaba a Fendi a vender? ¿Por qué la casa de moda se esforzaba e invertía tanto dinero en obras de arte?
“Nuestro deber como una marca de lujo… necesitamos estar cerca de todo lo que es hermoso. Arte, escultura, monumentos. Los clientes no entran a nuestras tiendas porque quieren comprar productos; sí, al final, pero entran porque quieren escuchar una bella historia y compartir y experimentar valores estéticos.” –Pietro Beccari
VERSACE
Para su colección Primavera-Verano 2020, la casa de moda italiana colaboró con el artista Andy Dixon, quien creó una colección con elementos artísticos del dios romano Baco, entre ellos, escenas de cuadros de Caravaggio que se interpretaron en colores vibrantes bajo el Caravaggio print.
Hoy en día, a 450 años de su nacimiento, el pintor italiano es el claro ejemplo del arte trascendiendo por el tiempo y la conexión profunda con la moda y que encontramos no solo en sus cuadros, sino también en la inspiración que genera para las casas de moda contemporáneas.
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