La semana del Fashion Week es el momento perfecto para que todos los diseñadores saquen a relucir las mejores prendas de su firma. Este año, ante la situación inusual de la pandemia, las diferentes casas de moda optaron por hacer uso de las plataformas digitales para presentar sus colecciones. Sin embargo, Dolce & Gabbana decidió hacerlo de manera tradicional-presencial con todas las medidas de sanidad posibles. El desfile se llevó a cabo en los jardines de la Universidad Humanitas en Milán, con quien han estado colaborando para los estudios de investigación ante la búsqueda de una solución en contra del COVID-19. 

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Foto: Cortesía

Lo que Domenico Dolce y Stefano Gabbana presentaron en esta colección fue una paleta de cromáticos mucho más sobria a la que estamos acostumbrados a ver, y es que esta vez los tonos predominantes en su pasarela fueron el azul y blanco. Una colección inspirada en la arquitectura italiana de los años sesenta, en específico del hotel en Sorrento, Nápoles, Parco dei Principi, diseñado entre 1960 y 1962 por uno de los arquitectos más reconocidos: Gio Ponti. 

Los candelabros, las texturas, los azulejos y la madera del hotel están presentes en los diseños de esta temporada. Con piezas de cortes tradicionales de sastrería, sacos y camisas (con y sin estampados) esta colección rinde tributo a la cerámica, la escultura, al arte y su refinamiento. 

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Foto: Cortesía

Uno de los criterios de la marca fue dar un mensaje de renacimiento, un tópico que podemos observar en las diferentes siluetas a través del blanco y el azul. Estos colores puntualizan un símbolo de paz que pareciera ser que sólo encontramos en la Costa Amalfitana y que claramente despiertan nuestras ganas por una complicidad entre la arena y el mar. Además, los toques metálicos y negros que Dolce & Gabbana añade hacen que no pierda el estilo contemporáneo que los caracteriza. 

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Foto: Cortesía

Con más de 100 modelos en pasarela, Dolce & Gabbana, definitivamente, incentivó nuestro amor por la frescura del verano. Entre las prendas más destacadas fueron las bermudas por debajo de las rodillas, trajes de baño, blusas oversized y también outfits en el look atemporal de total denim. Entre materiales y texturas las más sobresalientes fueron el lino, algodón, nylon y seda. La jovialidad y humor que envuelven la famosa firma dentro de sus desfiles no se detuvo, e inclusive, robó las miradas al presentar trajes para surfear. 

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Foto: Cortesía

Este año Dolce & Gabbana se desprende de todo tipo de colores para pasar a una etapa de precisión y proporción bajo una inspiración arquitectónica que mimetiza el blanco, el azul, el tono metálico y uno que otro negro. Un nuevo giro que recubre a la marca y que la posiciona como acertada. 

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